Dr. Uriel Figueroa Viramontes
CAMPO EXPERIMENTAL LA LAGUNA – PIFSV - FUNDACION PRODUCE
El gusano barrenador de la nuez (GBN) es considerado como la plaga principal del nogal en la Comarca Lagunera, causando pérdidas mayores al 40% de racimos cuando no hay control adecuado.
Esta plaga pasa el invierno en forma de larva y se localiza principalmente en la axila de las yemas del nogal. Al iniciarse la brotación, las larvas se activan y se alimentan de yemas y tallos de los brotes tiernos. Alrededor del 15 de marzo ya se pueden observar larvas hibernantes atacando yemas y brotes pequeños.
Una vez que las larvas completan se desarrollo, pueden pupar dentro de los brotes barrenados o en las rugosidades de las ramas gruesas hasta convertirse en adultos. La máxima emergencia de palomillas ocurre a finales del 27 de abril y la oviposición inicia en la primera semana de mayo. Las palomillas generalmente depositan un huevecillo aislado en la parte terminal de las nuecesillas. Los huevecillos recién depositados son de color blanco rosado que después cambian a color rojizo.
Las larvas recién emergidas no inician su alimentación directamente en las nuecesillas, sino que se alimentan de las yemas axilares por un período de dos a cuatro días, tiempo durante el cual están expuestas a la acción de los insecticidas. El control debe enfocarse en esta etapa de la plaga, ya una vez que la larva penetra al fruto, su control es deficiente debido a que está protegida.
El momento oportuno de control, se determina mediante el método de acumulación de Unidades Calor, para lo cual se monitorea la brotación del nogal. La fecha de inicio es de diez días antes del 50% de brotación. La fecha oportuna de control es cuando se acumulan 1,019 Unidades Calor, que es el tiempo requerido para que ocurra la emergencia de las larvas de la primera generación. En el Cuadro uno, se presentan los eventos más importantes de esta metodología.
Una vez que se ha determinado el momento oportuno de control, es necesario saber si la población de la plaga es capaz de causar un daño de 5% o más de las nueces que se espera cosechar. Esto se determina mediante el muestreo de huevecillos y entradas de larvas a las nuecesillas, revisando diez racimos por árbol en un total de 31 árboles al azar. Un primer muestreo se debe efectuar, cuando se hayan acumulado entre 963-979 UC; si se encuentran dos o más racimos infestados, antes de revisar los 310 racimos totales, indica que ocurrirá un daño económico y que, se debe realizar control químico. Si no hay racimos dañados, se hace un segundo muestreo a los dos o tres días, cuando se tengan 1,007 UC, siguiendo el mismo procedimiento; si la infestación alcanza el umbral de acción señalado, se deberá aplicar inmediatamente, para evitar un daño económico. Todavía, se puede hacer un tercer muestreo dos días después y si se localizan tres o más racimos infestados, indica que puede haber un daño económico, sin embargo, la decisión de aplicar, será a juicio del productor, basándose en si las condiciones de clima retrasaron la oviposición.
Cuadro 1. Modelo de predicción y toma de decisiones contra GBN en el 200 4.
Fecha UC>3.3°C Evento/Actividad
Marzo 18 0 Iniciar acumulación de UC
Marzo 28 234 50% de brotación
Abril 22 707 Fecha actual
Mayo 5 963 Iniciar muestreo de racimos
Mayo 8 1,019 Momento oportuno de control
Los insecticidas efectivos y autorizados para el control del GBN son: azinfos metílico (Gusatión), diazinón, fenvalerato, metidatión, tebufenozide (Confirm), carbarilo (Sevín), malatión y Spinosad (spintor). Existe el control a base de bioinsecticidas, como Bacillus thuringiensis, que es necesario evaluarlos regionalmente para su recomendación; o la utilización de la avispita Trichogramma, que también requiere ser evaluada.
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