MATAMOROS, COAH.- Con motivo del día del niño, se han incrementado los tenderetes con juguetes alrededor del mercado de esta ciudad. En ellos no faltan los rifles, pistolas, granadas, espadas y demás objetos bélicos, que según las madres de familia matamorenses, promueven la violencia en los pequeños.
La influencia de los programas televisivos preocupa de sobre manera a las señoras, quienes ven a los niños como esponjas absorbedoras de toda la información que está a su alcance y presas de la mercadotecnia.
“Pasan muchas cosas en la tele, de que las pistolas son buenas, los buenos siempre traen pistolas, los malos también, pero los niños ven que los detectives y todos esos personajes traen armas, por lo que se quedan con la idea de que es bueno traer armas y luego de grandes la mantienen”, dijo Elodia Rivera, ama de casa y madre de familia.
Además de lo atractivo que resultan estos juguetes para los pequeños, las señoras manifestaron su preocupación por el gran parecido que presentan con las armas reales, al punto que han llegado a confundirse cuando algún adolescente las porta.
“No se sabe si son de verdad o no”, manifestó Elodia, “yo no le compro nada de eso a mis hijos porque las pistolas ni de juguete son buenas”.
“Estas armaduras también promueven las agresiones físicas de unos niños contra otros y el lenguaje violento”, dijo Mabel García, ama de casa matamorense.
“Luego empiezan a jugar entre ellos y dicen ‘te voy a matar’ y todo eso”, comentó Mabel, “esto es muy malo para los niños”.
En general, las señoras coincidieron en que, si bien sería lo mejor erradicar este tipo de juguetes de las tiendas para niños, resultaría imposible, por lo que habría que enseñar a los pequeños la diferencia y fomentar los juegos sanos que promuevan su pensamiento.
“Ellos mismos se pegan con los corchos”, dijo Isidra, “ya se les hace normal pasar por ese tipo de agresiones y eso no debe ser”.
Regalo “peligroso”
Según algunas madres de familia matamorenses, no están de acuerdo con que se obsequien armas de juguete como regalo a sus niños, pues promueven la violencia en ellos y manifestaron que de ninguna manera darían objetos bélicos a sus infantes.
Sin embargo, admitieron que casi todos los pequeños cuentan con este tipo de juguetes, pero ninguna de las señoras admitió como los obtuvieron.
Entre las posibles maneras estuvo que los padres u otros familiares se los compraron, que los mismos amiguitos se los dieron y que los niños los consiguieron ahorrando de sus mesadas.