EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Lo más importante en el asunto de la construcción de las presas es la recarga al acuífero para tener agua potable y si no se garantiza en la parte baja del río Aguanaval, al rato van a surgir los problemas del hidroarsenicismo, como ya hay en varios municipios laguneros, advierte el vicepresidente de Coparmex Laguna, Fernando Royo Díaz Rivera.
Dijo coincidir con lo señalado por el director del Medio Ambiente, Rodolfo Walss Aurioles, en el sentido de que el Resolutivo del Manifiesto de Impacto Ambiental emitido por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), indica que se afectará la recarga del acuífero principal en su parte baja.
“Yo creo, por desgracia, que vamos a empezar hablar de arsénico, como ya sucede desde hace tiempo en Tlahualilo, en Francisco I. Madero, San Pedro y ahora en Matamoros, donde cancelaron los pozos de agua potable por ese problema”.
La preocupación, reiteró, es más que nada por el agua potable y se debe garantizar para el millón y medio de laguneros, pues de lo contrario los pozos van a ir quedando fuera de la norma al detectar altos niveles de arsénico.
“No es oponernos por oponernos, es cuestión de supervivencia y es un reclamo justo de los ciudadanos el exigir agua suficiente y de buena calidad, pues queremos seguir viviendo aquí”.
Por otro lado, añadió, el pánico que tratan de meter a la gente con las inundaciones, como ocurrió el pasado fin de semana con una avenida de 146 metros cúbicos por segundo en Congregación Hidalgo, se llama manipulación y eso no es válido, pues la propia Comisión Nacional del Agua ha dicho que el río puede manejar bien un volumen de hasta 300 millones de metros cúbicos.
“Cuando no dices lo que las autoridades quieren escuchar, eres el malo de la película, pero creo que como ciudadano tienes derecho de exigir la verdad total y en este caso se trata del agua para vivir, se trata de la supervivencia”.
Aumenta almacenamiento en presas
Son ya mil 550 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua los que almacenan las presas del río Nazas, más lo que ingrese en lo que resta de la temporada de lluvias, pero sólo se extraerán 800 Mm3 durante el próximo ciclo agrícola para el cultivo de unas 50 mil hectáreas, anunció el gerente regional de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Miguel Ángel Jurado Márquez.
La finalidad, precisó el servidor público, es evitar los altibajos que se tenían con anterioridad, en donde se llegaron a implantar miniciclos de 12 mil hectáreas en virtud de la poca disponibilidad de agua y las presas se quedaban sólo con el volumen muerto.
Al día de ayer, la presa Lázaro Cárdenas (El Palmito) reportaba un almacenamiento de mil 325 Mm3, equivalentes al 40 por ciento de su capacidad, en tanto que la Francisco Zarco (Las Tórtolas) cuenta con 225 Mm3, que representan el 52 por ciento de lo que puede guardar.
En el ciclo agrícola Primavera-Verano, que está por concluir, se establecieron alrededor de 48 mil hectáreas con 800 Mm3 y la CNA pretende sea similar el próximo año, para garantizar el siguiente al dejar un almacenamiento de unos 800 Mm3.
Jurado Márquez recordó que a fines de 2003, hubo presiones por parte del sector social para incrementar el volumen a extraer de las presas, pero se les explicó el motivo a los representantes de los productores y aceptaron la conveniencia de dejar agua de reserva.
“Si le sacamos mil o más a las presas y tenemos un año malo en lluvias, como hemos tenido en forma recurrente, no podremos programar otro ciclo agrícola con la misma superficie”.
Aunque ya no se han registrado lluvias en la parte alta del río en los últimos días, El Palmito continuaba recibiendo ayer 150 metros cúbicos por segundo de los escurrimientos de la sierra Madre Occidental y se esperan más precipitaciones antes de finalizar septiembre.