EFE
BOGOTA, COLOMBIA.- Varias decenas de miles de indígenas colombianos emprendieron ayer camino hacia la localidad suroccidental de Santander de Quilichao, en la etapa previa de una marcha de protesta que ha sido criticada por el Gobierno.
Los aborígenes pertenecen mayoritariamente a los pueblos Paez y Guambiano, que ocupan una gran parte del territorio del Cauca, departamento al que pertenece Santander de Quilichao.
La localidad, a unos 500 kilómetros de Bogotá, acogerá a más de 30 mil indígenas, que es el número de participantes en la movilización previsto por las asociaciones de la minoría étnica.
Las marchas previas convergerán en Santander de Quilichao, para una concentración que hoy tomará la partida hacia Cali, la capital del departamento vecino del Valle del Cauca, que es el destino de la protesta.
Los aborígenes recorrerán hasta el próximo día 15 cerca de 100 kilómetros de la Carretera Panamericana, que atraviesa el país de norte a sur, hasta la frontera con Ecuador.
La movilización había sido confirmada la víspera por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que rechazó las “insinuaciones” del Gobierno sobre la posibilidad de que en ella se infiltren los grupos armados ilegales.
El Ejecutivo también advirtió a los organizadores de que no permitirá que se interrumpa el tráfico.
La ONIC ha defendido que la marcha es pacífica, mientras que la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN, de los paeces) dijo que la seguridad está en manos de unos siete mil efectivos de la llamada “Guardia Indígena”, cuya arma es un bastón.
Esos guardianes conforman uno de los apartados del Proyecto Nasa, un plan de vida puesto en marcha hace más de veinte años y que el pasado febrero recibió el premio Ecuatorial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La organización aborigen dijo que los poco más de ochenta pueblos de la minoría en el país, con menos de un millón de personas, afrontan un “riesgo grave” por efecto de la amenaza a sus conquistas y a la negación de sus derechos constitucionales, incluido el de la autonomía.
“Con la misma fuerza con la que rechazamos la agresión neoliberal, rechazamos también la imposición por las armas de ideologías, la intimidación, la represión y las órdenes autoritarias del movimiento insurgente”, puntualizó la ONIC.
Con ello, agregó, “pretenden negarnos la identidad como pueblos e irrespetan y violentan nuestra libertad para resistir y rebelarnos con autonomía”.
La marcha se unirá a la Jornada Nacional de Protesta contra los programas del Gobierno del presidente Alvaro Uribe prevista para el día 16 por una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG), lideradas por las centrales obreras.