El tercer y último debate comenzará a las 18.00 hora local (01.00 GMT del jueves) en el Auditorio Gammage de la Universidad estatal de Arizona.
13 de octubre 2004.
Tempe (EU), (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush y el candidato demócrata, John Kerry, esgrimirán hoy, durante su último cara a cara y ante millones de televidentes, sus argumentos sobre cómo mejorar la situación interna del país.
El tercer y último debate comenzará a las 18.00 hora local (01.00 GMT del jueves) en el Auditorio Gammage de la Universidad estatal de Arizona (ASU) y durará 90 minutos, como los dos anteriores.
Este encuentro ofrecerá a ambos candidatos la oportunidad de hablar directamente a los votantes indecisos, sin filtros.
A pocas horas del inicio del debate, decenas de manifestantes marcharon por una zona acordonada del denominado Valle del Sol, los partidarios de Bush con consignas como "¡cuatro años más!", mientras los de Kerry gritaban a toda voz "¡no más guerras!".
Según algunos observadores, ambos candidatos tratarán de desbancar mitos y falsedades y demostrar que tienen planes factibles no sólo para resolver el caos de la posguerra en Irak sino también para afrontar los problemas internos más acuciantes de EU.
Al igual que en los últimos dos debates, las pantallas de televisión, los politólogos y los analistas de lenguaje corporal estarán pendientes de cada pausa, gesto y respuesta de Bush y Kerry.
Aunque ambos se encuentran emparejados en las encuestas de opinión, Kerry es el que ha salido más favorecido de los dos últimos debates, realizados en Miami el pasado 30 de septiembre y en San Luis (Misuri) el pasado día 8.
Hasta ahora la contienda electoral ha estado dominada por la posguerra en Irak pero, bajo un acuerdo entre las dos campañas y la Comisión sobre Debates Presidenciales, el enfoque de esta noche será sobre la situación interna del país.
Se prevé que el debate, dirigido por el periodista de la cadena CBS Bob Schieffer, aborde toda una gama de asuntos relacionados con la creación de empleos, la educación, la escasez de cobertura médica y la política fiscal, entre otros.
Las preguntas sobre cómo recuperar la salud fiscal del país serán, quizá, el punto de partida del debate, ya que durante el mandato de Bush, Estados Unidos pasó de un superávit a un déficit que supera este año los 400.000 millones de dólares.
Kerry, que se presenta como el defensor de los trabajadores, ha prometido que, si gana el próximo 2 de noviembre, abolirá los recortes de impuestos para quienes perciben salarios anuales de más de 200 mil dólares, para así poder financiar otros proyectos sociales.
Pero si los pasados días sirven de prólogo, Bush insistirá en que su rival demócrata es un "liberal" que quiere aumentar los impuestos y el gasto público, a la vez que defenderá los recortes de impuestos de su Gobierno como un buen estímulo para la creación de empleos.
A esto, Kerry probablemente responderá con sus críticas de que Bush es el primer presidente, en los últimos 72 años, en registrar una pérdida neta de empleos.
Kerry ha dicho que tiene un plan de subsidios para incentivar al sector empresarial sin que esto perjudique a las clases media y trabajadora del país.
El candidato demócrata piensa poner a la defensiva a Bush en torno al tema de la salud, en momentos en que unos 45 millones de estadounidenses carecen de cobertura médica y los costos de salud continúan en aumento.
Pero Bush tiene lista su respuesta de que su Gobierno ampliará la cobertura de salud a unos ocho millones de estadounidenses, a través de incentivos fiscales para las empresas que ofrezcan este beneficio a sus empleados, entre otras medidas.
Antes del debate, grupos afines a las dos campañas calentarán motores durante sendos mítines, mientras miles de manifestantes se lanzarán a las calles para exigir el fin de la ocupación estadounidense en Irak.
Fernando Suárez del Solar, padre de un soldado caído en Irak y fundador del "Proyecto Guerrero Azteca por la Paz", dijo a EFE que irá a la protesta porque, a su juicio, ninguno de los candidatos se ha ganado aún su voto.
"Este es un día muy importante para mí y para el mundo. Tenemos que exigir dinero para nuestras comunidades y el 2 de noviembre tendremos que escoger entre la paz y la guerra", puntualizó.