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BOGOTÁ, COLOMBIA.- Los responsables de la guerra paramilitar están deponiendo las armas y han disuelto algunos de sus Ejércitos, pero ahora la pregunta es: ¿Pagarán por sus crímenes? El presidente Álvaro Uribe afirmó ayer que pronto habrá una Ley para castigar a quienes hayan cometido atrocidades.
El mandatario anunció que el Gobierno y el Congreso entrarán a negociar la legislación que, según el Ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt, incluirá penas hasta de diez años de prisión para los jefes paramilitares responsables de delitos atroces.
?No hay que desesperarse, el proceso de paz (con los paramilitares) es creíble porque ha mejorado todos los días el cese de hostilidades, los señores que están en proceso de paz aceptaron concentrarse en una zona especial y se están desmovilizando. Son hechos de paz, no retórica de paz?, dijo Uribe.
?Para un Estado, para la ciudadanía, para el Congreso, es más fácil adoptar un marco jurídico cuando hay hechos de paz, posterior a los hechos de paz, que con anterioridad a los hechos de paz?, agregó Uribe.
En menos de un mes alrededor de dos mil 400 paramilitares se han desmovilizado y otros grupos están en trance de dejar las armas en los próximos días, mientras el máximo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, se unió a quienes renunciaron a la guerra de 20 años contra las guerrillas izquierdistas.
Mancuso tiene una condena de 40 años de prisión, está acusado de masacrar a decenas de campesinos en 1999 y otras nueve investigaciones por delitos como terrorismo y secuestro mientras los Estados Unidos lo ha pedido en extradición por delitos relacionados con el narcotráfico, la cual ya tiene el aval de la Corte Suprema de Justicia.
La suerte de Mancuso y otros líderes paramilitares depende de una Ley que señale las penas para los paramilitares y repare a las víctimas de su violencia, millares que perdieron no sólo la vida sino sus propiedades.
El punto difícil de la negociación es el pedido de los jefes paramilitares de inmunidad frente a la extradición. ?No me he desmovilizado para irme a una cárcel en los Estados Unidos?, comentó Mancuso la semana pasada.
Mancuso, al desmovilizarse el viernes pasado, pidió perdón por sus crímenes, mientras entregó, además de las armas de más de mil 500 hombres, haciendas y otros bienes de los cuales había despojado a sus víctimas.
La Unión Europea, las Naciones Unidas y diversos sectores de opinión de Colombia han dicho que el proceso de paz con los paramilitares no puede dejar en la impunidad delitos atroces.
Las negociaciones sobre la Ley solo comenzarán el año próximo pues el Congreso entra en receso de fin de año a partir de jueves y solo reanudará su trabajo legislativo en marzo de 2005.
Uribe dijo que esta legislación será aplicable tanto a los guerrilleros como a los paramilitares que se acojan a un proceso de paz y depongan las armas.
?Lo que se apruebe de marco jurídico debe ser para todos los grupos, porque todavía hay personas que dicen que a un grupo hay que pasarlo por la guillotina y al otro hay que permitirle la impunidad?, dijo.
El mandatario se refería a sectores que consideran que a los guerrilleros hay que indultarlos porque son luchadores políticos de la oposición armada, mientras que a los paramilitares hay que castigarlos con todo el peso de la Ley por no estar en rebelión contra el Estado, sino en la lucha contrainsurgente.
