07 de enero de 2004.
Washington, (Notimex).- El presidente George W. Bush develó hoy su nuevo plan migratorio dirigida a millones de trabajadores indocumentados, pero aclaró que no se trata de una amnistía para recompensarlos con la ciudadanía estadounidense.
En una magna ceremonia en la Casa Blanca, donde se acompañó de dirigentes de organizaciones hispanas, Bush sostuvo que Estados Unidos necesita un sistema migratorio que refleje las necesidades de la economía estadounidense.
"La reforma debe empezar confrontando un hecho básico de la vida y la economía: algunos de los trabajos generados en la creciente economía estadounidense no están siendo llenados por los trabajadores estadounidenses", señaló.
El plan está basado en cinco principios: la protección de las fronteras, la búsqueda de un sistema que empate a trabajadores y empleadores; la promoción de la compasión; incentivos para que regresen los trabajadores a sis países y protección laboral.
Bajo la iniciativa, que debe ser aprobada por el Congreso, el nuevo "programa de trabajadores temporales" hace elegibles a unos ocho millones de personas indocumentadas que tengan empleo, pero sin que facilite su residencia legal o su ciudadanía.
El nuevo programa tendrá una duración de tres años, con la posibilidad de que sea renovado, y sólo será aplicable a quienes tengan empleo y estén dispuestos a regresar a sus países de origen durante sus tres años de duración, explicaron funcionarios.
Aunque será extensivo a los inmigrantes de todas las nacionalidades, se estima que la mayor parte de los que residen en Estados Unidos son de origen mexicano.
Para aquellas personas que se encuentren fuera de Estados Unidos, el programa sólo podrá aplicarse si estos disponen de una oferta laboral.
"Pido al Congreso aprobar reformas que permitan estos cambios", dijo Bush en un discurso de 20 minutos, visto por defensores de las inmigrantes como un intento por apelar al voto de la comunidad hispana de cara a las elecciones de noviembre.
"Los hispanos americanos estamos extremadamente decepcionados con el anunció del presidente, que ofrece a la comunidad empresarial acceso a los Trabajadores inmigrante sin dar casi nada a los trabajadores", dijo Raúl Izaguirre, del Consejo Nacional de la Raza.
"El anuncio de la Casa Blanca en el inicio del año electoral, después de dos años de silencio, sugiere que quiere apelar al voto latino con un supuesto acceso y generoso acceso a un estatus legal", lamentó.
Aunque no existe un plazo para la aprobación del programa, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, sostuvo que la intención es hacerlo "lo más pronto posible". Analistas esperan sin embargo una difícil batalla en el Capitolio por ser un año electoral María Echaveste, asesora del aspirante presidencial demócrata Howard Dean anticipó que no será aprobado en el 2004.
"La Casa Blanca sabe cómo hacer las cosas cuando quiere obtener resultados. Cuando ellos querían recortar los impuestos, no sólo anunciaron 'principios', sino que hicieron muchas cosas más para que se aprobara", señaló.
El programa anunciado por Bush incluirá el componente de la "circularidad", bajo la cual un trabajador que acepte ser incluido podrá por ejemplo viajar a su país de origen y regresar a trabajar a Estados Unidos durante los tres años de duración.
Pero la membresía al programa no pone a los trabajadores en ruta a una legalización permanente, empezando por la residencia (green card) o ciudadanía, como esperaban defensores de los inmigrantes, algunos de los cuales se mostraron decepcionado por la propuesta.
Bush insistió en que se opone a una amnistía y a recompensar a quienes violaron la ley.
El presidente señaló asimismo que los trabajadores que no sigan las reglas o violen la ley no podrán participar y deberán regresar a sus países, y que los empleadores no pueden contratar a alguien cuyo estatus haya expirado.
Además los empleadores deben reportar al gobierno a todas las personas que hayan contratado.
Los indocumentados que residan en Estados Unidos deberán además pagar una cuota de inscripción, no así lo que se encuentran fuera de país.
Bush dejó en claro que espera que regresen de manera permanente a sus países después de la expiración del programa.
El presidente presentó su propuesta cinco días antes de reunirse con el presidente Vicente Fox en el marco de la Cumbre Extraordinaria de las Américas en Monterrey, México.