LONDRES, (Reuters).-Gran Bretaña presentó el primer monumento conmemorativo permanente a la princesa Diana, siete años después de su muerte en un accidente automovilístico.
Disputas y pleitos burocráticos entre diseñadores modernistas y tradicionales demoraron el proyecto, hasta el punto que el gobierno se vio obligado a intervenir para mantenerlo.
El monumento, una escultura de 210 metros de largo de forma esencialmente circular que tiene agua en movimiento, se encuentra en el parque Hyde Park, en Londres. También funcionará como un parque de agua para niños.
Diana murió en agosto de 1997 y la decisión de construir un monumento fue anunciada hace dos años.
Su fallecida madre estuvo entre las personas que criticaron el diseño, al decir que le "faltaba grandeza".
Pero Rosa Monckton, un amiga de la princesa que presidió el Comité para la Fuente Conmemorativa dijo sobre Diana: "no era imponente. Era una de las personas menos estrechas que conocí".
El agua sale de lo alto de la escultura, se divide y fluye en dos corrientes. El monumento tiene una superficie antideslizante para evitar que los niños se resbalen.
La diseñadora estadounidense Kathryn Gustafson dijo que buscó reflejar la personalidad de Diana.
"Era su habilidad para llegar y ayudar (a otras personas) y su habiliad de ser comprensiva como persona - el diseño refleja esos conceptos de alcanzar y recibir (a las personas)", dijo la diseñadora.
"En un lado, el agua se mueve de un lado a otro muy sensualmente", dijo Gustafson, "y en el otro lado es como un arroyo efevervescente: muy burbujeante, muy vivo", agregó.
Inmediatamente después de la muerte de Diana, miles de personas se congregaron para dejar flores en las puertas del Palacio Kensington, el lugar de residencia de la princesa en Londres.
Por ese entonces Diana estaba divorciada del heredero al trono, el príncipe Carlos, en medio de revelaciones de que ambos mantuvieron relaciones extramatrimoniales.
La reacción al monumento fue mixta cuando la escultura de 3.6 millones de libras esterlinas (unos 6.5 millones de dólares) de costo fue descubierta antes de la inauguración oficial a cargo de la Reina Isabel el 6 de julio.
"Monumento acuático" y "alcantarilla abierta" fueron algunos de los comentarios de los fotógrafos.
Monckton dijo que el comité había rechazado diseños que se convertirían "en un espectáculo o algo para quedarse mirando", como ocurrió con la vida de Diana, constantemente acosada por los medios de prensa.