Consideran medidas a corto plazo para clausurar basurero municipal
En medio de los problemas de contaminación del basurero, autoridades de la Semarnat revelaron un Plan de Rescate Ambiental de la Zona Oriente de la Ciudad de Durango, que incluye la clausura del tiradero, adecuación de las rutas de recolección de residuos sólidos, reubicación de ladrilleras (300), inspección rigurosa de desechos biológico-infecciosos, ocupación para pepenadores y hasta el estudio de una eventual privatización del servicio de limpia.
El plan en cuestión ?cuya copia obra en poder de esta redacción- fue presentado ayer a un grupo de dependencias integrado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comisión Nacional del Agua, Secretaría de Desarrollo Social y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Comunicaciones y Transportes, además de Sideapa, Obras Públicas Municipales y Servicios Públicos.
La operación rescate anticontaminación se clasifica en tres vertientes: la primera implica medidas a corto plazo para la clausura del tiradero municipal; la segunda es un levantamiento de indicadores de diagnóstico ambiental, y la tercera buscará acciones complementarias para minimizar los impactos ambientales y de salud.
PRIVATIZACIÓN DE LA BASURA
La clausura del tiradero municipal debe ser acompañada con la construcción de obras complementarias ?cortinas rompevientos-, la creación de una zona de amortiguamiento o protección y la adecuación de las rutas de recolección de basura, identificando la posible apertura temporal de tiraderos suburbanos o rurales.
Adicionalmente se trabajará en la identificación de los grandes generadores de basura, como es el caso de las cadenas de tiendas de autoservicio, los mercados de abasto y las dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal.
Otra de las encomiendas de la primera vertiente es analizar las alternativas de ocupación de los pepenadores ?que en teoría son 300-, así como evaluar la posibilidad de privatizar el servicio de recolección de residuos sólidos municipales y operar una vigilancia permanente en lo referente al manejo de residuos peligrosos que desde los biológico-infecciosos hasta las pilas, cartuchos de toner, acumuladores y otros objetos.
NIVELES DE EXPLOSIVIDAD
La segunda línea de acción está orientada a monitorear los gases en los mecheros de las diez hectáreas clausuradas en la primera etapa, y revisar los niveles de explosividad de los ductos sanitarios (el drenaje), apuntó el plan de rescate.
Dentro de esta misma vertiente se ha proyectado un monitoreo de la calidad del agua subterránea, un levantamiento estadístico de enfermedades infecciosas en las colonias y fraccionamientos de la zona oriente, registro de volúmenes que ingresan al basurero y seguimiento de la población de fauna nociva (ratas y cucarachas).
Faltan clausurar cinco hectáreas
Para ya no recibir más basura en el antiguo tiradero y cerrarlo definitivamente en los cuatro meses que le restan al actual Gobierno Municipal, faltan por clausurar sólo cinco hectáreas y reparar diez camiones en mal estado mecánico para que puedan subir la rampa del Centro de Transferencia.
Así lo dio a conocer ayer el director municipal de Servicios Públicos, Rafael Castro Cardosa, al reconocer que hay dificultades económicas y disposición de tiempo para cumplir con el compromiso que hizo el alcalde José Rosas Aispuro Torres.
Subrayó que la compra de seis nuevos compactadores con las ganancias que deje la Feria de la ciudad este año representa una ayuda para lograr el objetivo, y recordó que el año pasado se compraron cinco, por lo que sumarán 11 en los dos años, con una inversión de 14 millones de pesos.
Entrevistado después de una sesión con autoridades federales en un céntrico restaurante, el funcionario municipal detalló que en esta semana se reunirá con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para darle seguimiento al plan de trabajo.
Castro Cardosa dijo que no tenía una fecha exacta de cuándo quedará cerrado este lugar, pero destacó que pudiera ser un día antes de que termine la presente administración, o una semana, tres semanas, un mes. No hay una fecha exacta, reconoció.
De antemano, reiteró que el Municipio ha estado trabajando con miras al cierre total; inclusive, adelantó que se continuará tirando basura en el tiradero pero sólo para rellenar hoyancos que quedan, y darle su nivel.
Explicó que estos trabajos tienen que hacerse a fin de evitar en su momento que se eleven los costos de la clausura de las últimas cinco hectáreas, con más viajes de material de relleno.
A la fecha, casi está terminada la clausura de 6.8 hectáreas, que se suman a otras diez ya listas, más cinco que están pendientes, y que la intención es destinar recursos para terminarlas en agosto.
En cuanto a la reparación mecánica de las unidades recolectoras que no pueden subir la rampa del Centro de Transferencia, indicó que una alternativa es cambiarles de motor a aproximadamente diez unidades, para que recobren la fuerza. Pero también aceptó que cada reparación pudiera oscilar entre los 100 mil y 150 mil pesos.
Comentó que ya se tiene un proyecto para construir un nuevo centro de transferencia a nivel del suelo, para los camiones que no pueden subir al actual centro de transferencia, pero admitió que es una obra costosa.
Salud primero que los pepenadores, dice Aispuro
El alcalde José Rosas Aispuro Torres afirmó que la salud de los habitantes del oriente de la ciudad está primero que los pepenadores del antiguo tiradero municipal, pero reconoció que es necesario congeniar tanto uno como lo otro.
Después de que Ángel Martínez Mendoza, líder de un grupo de trabajadores que viven de la pepena, le expresó su preocupación por la posible pérdida de sus fuentes de empleo, en el recorrido que realizó acompañado de los delegados de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Alcalde dijo que no era posible, en aras de mantener el espacio laboral de los pepenadores, afectar al resto de la población.
?Qué bueno que haya espacios para ustedes, pero primero está la salud de la población, y vamos a analizar la afectación que se pueda tener?, afirmó.
(Información de Luciano Valenzuela, Julio Magallanes y Francisco Nava)
MATERIALES
Modificaciones a la Norma Oficial
Por las modificaciones que se realizaron a la Norma Oficial Mexicana (NOM), Ecol 087 2002 SSA1 2002, ahora se permite que en la basura considerada como normal se depositen jeringas, algodones, material de curación, de aplicación, etcétera, siempre y cuando no contengan fluidos hemáticos (de la sangre).
A esta reglamentación se sujeta el Hospital General de Durango y que, gracias a su correcta clasificación, ha logrado disminuir desde el 2002 casi seis toneladas mensuales de residuos peligrosos biológico-infecciosos.
Juana Cruz Damas, responsable del manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos en el Hospital General, acompañó a El Siglo de Durango en un recorrido dentro del nosocomio, donde mostró el manejo de los mismos. Los residuos peligrosos deben ser depositados en una bolsa roja y los normales en una bolsa verde, para lo cual se instruye y recuerda diariamente a los médicos, enfermeras y pacientes sobre el manejo de los mismos.
Los objetos punzocortantes, como agujas, bisturís, etcétera, deben colocarse en un recipiente especial. Los residuos peligrosos se guardan en un lugar específico y posteriormente una empresa los recoge para posteriormente transportarlos a la ciudad de Monterrey.
Dentro de una inspección que realizó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el miércoles 21 de abril en el basurero municipal, se encontraron bolsas rojas (que manejan los hospitales y clínicas para los residuos peligrosos biológico-infecciosos), así como verdes (de basura normal), en la que, asegura esta dependencia federal, se encontraron residuos biológico-infecciosos.
En el recorrido que se realizó dentro del Hospital General se pudo observar que existe un buen manejo de los residuos peligrosos. Para tal efecto, se mantiene constante contacto con enfermeras y médicos para el manejo de la basura. Todavía en el 2001 se generaban unos 12 mil kilogramos de productos biológico-infecciosos, debido a que no había cultura en el manejo de la basura. Esto le salía muy costoso al nosocomio, ya que la empresa que recoge estos desechos cobra por kilogramo.
Hoy se generan entre seis mil y siete mil kilogramos de productos biológico-infecciosos mensuales y, además, la NOM que se modificó en el 2002 permitió la posibilidad de reducir en gran medida el volumen de basura de este tipo, pues pueden tirarse jeringas, medicamentos, conductos, gasas, algodones que simplemente no tengan escurrimiento de sangre, suero o sus derivados.
En las distintas áreas que se visitaron, como terapia para adultos y pediatría, no se encontró ninguna irregularidad. Dentro de los cestos de basura con bolsas verdes se pudieron observar algunas bolsas de suero y sus respectivos conductos; sin embargo, éstos no se consideran peligrosos cuando no tuvieron contacto con sangre.
Una jeringa que se utilizó únicamente para inyectar puede tirarse a la basura normal; otra que se usó para succionar sangre debe ir en los desechos biológico-infecciosos.
La NOM de referencia establece, dentro de los múltiples puntos, que sólo se consideran peligrosos los residuos que contengan sangre líquida, de tal modo que los algodones gasas y otros productos que tengan sangre seca no se consideran como peligrosos.
ACCIONES
Minimizar impactos ambientales
Los malos olores, los riesgos de salud y otros factores que producen contaminación serán atacados en un esquema interdependencias.
Saneamiento de la carretera Durango-México.
Censo de fuentes fijas de contaminación y verificación de funcionamiento.
Verificación del pretratamiento y desazolve de la planta tratadora de aguas residuales.
Manejo de circuitos de centros de transferencia.
Campañas de difusión y concientización.
FUENTE: Plan de Rescate Ambiental de la Zona Oriente.