SILER CITY, Carolina del Norte, EEUU (AP) .- Adolfo Aguilar se dirige a una planta de procesamiento de pollos mientras el personal hace como que no lo ve. Muy pocas personas admiten conocer al hombre calvo con barba de perilla y zapatillas azules, que trae una bolsa repleta de condones.
Pero pasado un momento, los trabajadores de la fábrica se le acercan discretamente y murmuran frases en español, pidiéndole preservativos de menta, chocolate y cola.
"Todos conocen al hombre que trae los condones", dice Aguilar con una sonrisa y la franqueza de la doctora Ruth, una conocida consejera amorosa.
Su estilo afable oculta una misión seria. Cada mes, distribuye unos 4.000 condones en tiendas y fábricas, casas de empeño y salones de billar donde se reúnen hombres de habla hispana, como parte de un esfuerzo por impedir la propagación del sida en las áreas rurales del sur estadounidense.
Según el Centro para Control y Prevención de las Enfermedades, en los estados del sur vive un tercio de la población nacional pero un 40% de todos los estadounidenses que tienen sida y un 44% de nuevos casos, en su mayoría de negros y una creciente población hispanoamericana.
Mientras cada uno de esos grupos constituye un 13% de la población del país, juntos sumaron un 70% de los nuevos casos de sida en el 2002.
"No sólo son los afectados desproporcionadamente, sino que es muy difícil llegar hasta ellos", dijo Holly Baddour, director ejecutivo de una organización sin fines de lucro para la cual trabaja Aguilar, Chatham Social Health Council (Consejo de Salud Social Chatham).
En los próximos tres años el consejo _que tenía tres empleados y un presupuesto de 76.000 dólares el año pasado_ recibirá 150.000 dólares del laboratorio farmacéutico Pfizer Inc., parte de los 3 millones de dólares que la empresa gasta para combatir el sida en nueve estados sureños.
Baddour dijo que el dinero contribuirá a costear programas dirigidos a negros e hispanos. El consejo también contratará a otra persona para que colabore con Aguilar en vista de que siguen llegando hispanos al condado Chatham, a 80 kilómetros al oeste de Raleigh.