MÉXICO, DF.- Entre todas las voces directivas que opinaron sobre la atribulada situación del Santos Laguna, la de Eduardo del Villar, presidente del San Luis, fue la única que se salió del ambiente de compañerismo y apoyo, al solicitar que los Guerreros sean desafiliados al término del Torneo Clausura 2004, debido a no poseer solvencia económica.
"Ahorita, los jugadores son los menos culpables, por lo que hay que buscar la forma de que ellos no salgan afectados, pero a fin de cuentas, si la Cervecería Modelo no toma las riendas del equipo, creo que debe ser desafiliado para la siguiente temporada", aseguró Del Villar.
"Lo que se debe hacer es salir adelante de los problemas que existen en este torneo y después desafiliarlo; claro, siempre cumpliéndole primero a los jugadores", expuso.
El dirigente del club que en este momento ocupa el último lugar en la tabla porcentual pidió al resto de los presidentes que conforman la Primera División quitarse el miedo de desafiliar a algún equipo, pues consideró que no siempre resulta en perjuicio de la liga.
"Hay muchas formas de pensar y debemos respetar todas, pero aquí lo que tenemos que buscar es el bien del futbol mexicano", sentenció.
"Muchas veces creemos que desafiliar a un equipo nos puede afectar, pero a lo mejor es al revés. En Italia se han desafiliado a clubes de la Primera División y no ha pasado nada", añadió.
Tal vez la principal razón de la molestia de Del Villar radica en que, desde su punto de vista, el balompié nacional no vive momentos de opulencia que le permitan a la Federación absorber los gastos de una institución del Máximo Circuito.
"El punto aquí es que no nos cueste dinero a los equipos, porque de por sí todos andamos con muchas dificultades económicas como para defender las cosas de un señor que ni siquiera está reconocido por nosotros", apuntó.
Con una mirada llena de intolerancia y fastidio, el presidente del club potosino sustentó aún más su teoría al afirmar que la desafiliación de los de la Comarca Lagunera serviría para escarmentar a todas aquellas personas que deseen ingresar al "selecto" grupo de propietarios de franquicias en el Máximo Circuito y que no cuenten con la suficiente solvencia económica para mantener a alguna.
"Si en este momento ponemos un precedente y verdaderamente le marcamos el alto a todo este tipo de gente, desafiliando una franquicia, aunque al principio nos cueste dinero, a la larga resultará benéfico, porque no cualquiera tendrá la oportunidad de adquirir a un equipo de la Primera División, como sucede en la actualidad", finalizó.