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MÉXICO, DF- Estados Unidos prevé firmar 31 acuerdos de libre comercio con igual número de naciones, lo que colocará a las empresas mexicanas en una intensa competencia adicional a la que enfrentan.
En el documento ?Lineamientos sobre la una visión de la Reforma Energética? elaborado por consorcios como Altos Hornos de México (AHMSA), Cemex, Grupo Desc, Grupo Carso, Grupo México, Peñoles y Vitro, se indica que México enfrentará una creciente competencia por el mercado norteamericano.
Ante ello, estos corporativos consideran importante impulsar las Reformas Estructurales pendientes para elevar la competitividad de las compañías mexicanas, en un contexto de economía abierta a la competencia internacional dentro y afuera del país.
Consideran que en el frente interno, México mantiene sectores cerrados, neurálgicos para la producción, como el de energía, que se está encareciendo debido entre otros factores al incremento en el costo de los principales insumos en los procesos productivos.
Aseguran que el incremento en los costos de energía eléctrica, el diesel y el gas que son vitales para la producción, se traduce en menor competitividad frente a productores de otras naciones, menores inversiones y baja creación de empleo.
Por ello, consideran, se debe realizar una Reforma Energética de fondo que permita a la industria mexicana enfrentar el reto de competitividad.
que plantea la apertura de Estados Unidos. Las empresas mencionadas señalan que la reforma debe garantizar la disponibilidad de combustibles, a fin de evitar la importación de energéticos como gas, diesel y gasolinas, así como las sobre-tarifas. La reforma debe permitir al Estado asegurar la generación eléctrica y el acceso a energéticos, sin distraer recursos necesarios para atender las crecientes necesidades sociales y de infraestructura que le urgen al país y sin descuidar al sector eléctrico mismo, abundan. Por ello, sostienen que una reforma del sector debe incluir las inversiones necesarias para la generación eléctrica que el país requiere en los próximos lustros.
Por su alto monto y por las circunstancias mismas de las finanzas públicas y las crecientes necesidades sociales y de infraestructura, la reforma debe considerar mecanismos de inversión privada en la generación eléctrica o de extracción de gas, sin menoscabo del control del Estado sobre los energéticos, puntualizan.
