Durango

Pretenden rescatar el Durango perdido

Consideran sentar las bases para la conservación del patrimonio arquitectónico de la localidad.

Benjamín Flores | El Siglo de Durango

En el año de 1972 se dio una declaratoria de zona de monumentos históricos, en Durango, esta zona abarcó 145 manzanas, las que representan 1.75 kilómetros cuadrados.

Debido a este trámite los monumentos que se encuentran en esta parte de la ciudad están bajo la Ley Federal de Zonas de Monumentos Artísticos, Históricos y Arqueológicos, con lo que se sentaron las bases para la conservación del patrimonio de Durango.

Aun así, lo más importante para que la capital y el estado se conviertan en una zona de apreciación por su historia, arquitectura y monumentos no está en un compendio de leyes, sino en la cultura de todos los duranguenses.

Durante varios años, incluso décadas, obras de gran calidad y construidas en una supuesta zona protegida han sufrido daños, cambios y hasta su demolición por la poca atención que se dio a este aspecto por parte de las autoridades y la falta de conciencia en la sociedad.

En los últimos años, los tres niveles de Gobierno, comerciantes y personajes de la localidad se han encargado de trabajar para rescatar una parte del Durango perdido y la remodelación de algunos edificios que se encontraban muy dañados, pero aún falta mucha más participación de la sociedad, tal como lo señala Manuel Lozoya Cigarroa, historiador y cronista de la ciudad.

Ciudad colonial

Durango no puede ser más colonial de lo que es, porque lo perdido ya no podrá ser recuperado, pues el colonialismo no es una forma arquitectónica, sino que son estructuras construidas, de tal manera que se tiene poco de colonial, aseguró Manuel Lozoya Cigarroa, cronista de la ciudad.

Indicó que por este motivo es necesario valorar la cosas con las que se cuenta aún en la entidad; “necesitamos presumirlo”. Por ejemplo, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, el cual es netamente colonial y más antiguo que la Catedral de Durango.

Cabe mencionar que la imagen de Nuestra Señora de los Remedios que se encuentra en dicho lugar es la segunda imagen de la Virgen María que llegara a la Nueva Vizcaya, pero pocas personas conocen datos como éste.

Los casos como éste continúan, como el rescate de un cubículo del Templo de Santa Ana, ubicado en la capilla de oración de las monjas capuchinas, que data del siglo XVII y que es una construcción que solamente tiene otra similar en todo México.

“Es cuestión de que tengamos en Turismo, en el Instituto de Antropología e Historia, en el Gobierno del Estado y Municipal personas que se interesen por rescatar estas joyas colonialess que tiene la ciudad, para atraer el turismo”, aseveró Manuel Lozoya Cigarroa.

Comentó que se han perdido muchos espacios arquitectónicos de la ciudad, los que han sido ignorados por las nuevas generaciones, pero que es necesario que los conozcan, pues con ello tendrán elementos para querer y defender a su ciudad y los monumentos que quedan.

La Casa del Conde Súchil

La Casa del Conde Súchil es, para Manuel Lozoya Cigarroa, la edificación más hermosa con la que cuenta la ciudad de Durango, pero que señala como un gran error haber permitido que en éste se colocara una institución bancaria.

“En lugar de convertirlo en un museo de la ciudad de Durango, lo han hecho una institución bancaria, en la cual no dan ni siquiera permiso para visitarlo, porque es un banco, lo que es un absurdo”, declaró el cronista de la ciudad.

En el caso de las edificaciones que sí se han perdido totalmente, Manuel Lozoya comentó que propondría la generación de una sala o un museo en el cual se expusieran fotografías en las que se observen los cambios que se han presentado.

Aseguró que en Durango se cuenta con muchos espacios que pueden desarrollarse como zonas turísticas, tales como los callejones del Centro Histórico, los que indicó necesitan un poco más de vida e imaginación, por lo que hace falta que el Gobierno Municipal se preocupe por darle impulso a estas zonas.

Participación del INAH

Desde el año 1988 se estableció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a Durango, el cual al llegar realizó un estudio de los inmuebles ubicados en el Centro Histórico, logrando una empadronamiento de 700 edificios, de los mil 800 que se consideran como históricos en toda la entidad.

Según lo comentó el actual encargado del INAH, Alberto Ramírez Ramírez, la institución se topó con un grave problema: el abandono de mantenimiento por años en la mayoría de las construcciones, el cual tenía más de una década.

Esta circunstancia se debía a la especulación, cambio de uso de suelo, por problemas jurídicos, la disputa de herencias, entre otros, de los cuales algunos todavía siguen siendo las causas de que en la actualidad varios inmuebles no sean atendidos por sus propietarios.

Ante esto, el INAH inició un proyecto hace cinco años, con el cual se pretende recuperar la atención de estas casas y edificios, con actividades como invitaciones a los dueños para que atiendan sus responsabilidades, hasta con actas administrativas o denuncias penales.

“Hemos llegado a la obligación de hacer denuncias penales, pues se han presentado casos en los que se han caído, colapsado algunos monumentos históricos; pero, afortunadamente, otros han atendido nuestras invitaciones”, explicó Alberto Ramírez Ramírez, encargado del INAH.

Aseguró que se han dado cambios no sólo por particulares, sino también con inmuebles que albergan casas comerciales, tales como Coppel y la sucursal del Nacional Monte de Piedad, en donde se hicieron modificaciones a sus fachadas para que fueran más acordes con la arquitectura de la zona.

En el 2000 el Instituto encontró un total de 100 edificaciones protegidas por la ley que se encontraban en muy mal estado, por lo que se llevaron a cabo actividades para su recuperación, lo que permitió que en la actualidad 80 hayan sido rescatadas.

Los edificios no son intocables

Según las especificaciones que maneja el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Centro Histórico de Durango no es inmutable, ya que pueden realizarse modificaciones a las edificaciones que se encuentran en él y construir otras.

Esto es posible siempre y cuando se acaten las normas establecidas, como la protección a los edificios considerados como históricos, los que no pueden demolerse, o en el caso de otras edificaciones es necesario que se respete la armonía arquitectónica de la zona.

Los trámites no son complicados y el INAH tiene la facilidad y obligación con los interesados de brindarles toda la información necesaria para que realicen sus permisos de construcción o remodelación.

Actualmente se cuenta con un promedio de seis licencias a la semana en el Departamento de Monumentos del INAH, lo que indica el movimiento que se está presentando en el Centro Histórico, cuyos proyectos están dirigidos a construcción, remodelación o restauración.

Según lo dio a conocer César Rodríguez Salazar, encargado de dicha área, se está generando un impacto importante, no tan acelerado como se quisiera, pero sí importante, más aun cuando se debe tomar en consideración que en esta ciudad se cuenta con uno de los centros históricos más grandes de México.

Destacó la participación e interés que han mostrado ciudadanos y empresarios de la localidad, por lo que piensa que de seguir así en corto tiempo se tendrá una imagen urbana bastante aceptable, quizá dentro de tres años.

“La calle Constitución con el cableado subterráneo que se está generando va a ser un punto muy importante, como ejemplo a seguir en todo el Centro Histórico, con la voluntad de los tres niveles de gobierno y de los mismos propietarios”, explicó Rodríguez Salazar.

Tras los 20 más feos

El Instituto Nacional de Antropología e Historia está tras la caza de los 20 edificios más “feos” o más discordantes con la arquitectura de la zona ubicados en el Centro Histórico, con lo que se ha iniciado un padrón de inmuebles que cuenta con diez candidatos.

La idea es que dichas edificaciones, que no son desagradables por su forma, sino que no armonizan con las demás a su alrededor, sufran modificaciones para dar una mejor presentación al Centro Histórico, teniendo entre éstos a establecimientos comerciales.

“Tenemos el proyecto total, ejecutivo, por lo que estamos teniendo entrevistas con los propietarios para concientizarlos e invitarlos a que realicen estos cambios”, explicó Alberto Ramírez Ramírez, titular del Instituto.

Indicó que será muy importante el apoyo que den las autoridades estatal y municipal que están por iniciar, pues podrían generarse presupuestos o incentivos para que los dueños de los mencionados inmuebles se sientan motivados a efectuar los cambios en sus establecimientos.

Remarcó la importancia de los trabajos de remodelación y rescate del Centro Histórico, pues asegura que el de Durango es el más grande de todo el norte de México.

Atención al Centro Histórico

Se está poniendo atención a la recuperación de inmuebles históricos y su embellecimiento, pues se tienen los proyectos y programadas sus etapas, pero esto será una parte de la solución, ya que la desatención fue mucha y durante varios años.

Hay muchas tareas por realizarse, según lo comentó Héctor Carriedo Sáenz, titular de la Dirección de Turismo; “durante décadas hubo cierto estancamiento o aletargamiento, por lo que un trabajo que se dejó de hacer en décadas no se puede hacer en un sexenio”, apuntó.

Indicó que la recuperación de inmuebles y monumentos de la ciudad será un trabajo largo que requiere de muchos años, pero que con la participación de proyectos privados y de la ciudadanía en conservar su patrimonio se daría un gran avance, sobre todo si se lograra un programa de instalar cableado subterráneo.

“Esto nos llevaría en trabajar en etapas anuales, por lo que tardaríamos unos cuatro años en atender las zonas más importantes y con una inversión alrededor de unos 100 millones de pesos”, aseguró el Director de Turismo del Estado.

Retraso en obras de remodelación

Los retrasos que se han venido presentando en los trabajos de remodelación de la Estación de Ferrocarriles y la Plaza de Analco se presentaron por diferentes circunstancias, pero esto no ha suspendido totalmente la realización de los mismos.

El Centro de Convenciones continúa en su primera etapa, la cual se basa en la remodelación del lugar, la que fue iniciada por la empresa BMO Fonatur, siendo la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas quien tiene la responsabilidad de terminarla pero aún no lo hace.

La segunda etapa del proyecto constará de la elaboración de las oficinas y salas de reuniones hasta el último detalle, por lo que en la tercera etapa se trabajará en el desarrollo de áreas comerciales y de exposiciones, así como de los alrededores del lugar.

Alfredo Alarcón Villarreal, secretario de Comunicaciones y Obras Pública del Estado, comentó que con el acuerdo de remodelación que surgió de un convenio entre los tres niveles de gobierno, la Estación de Ferrocarriles, el Centro Histórico y la Plaza de Analco cuentan con recursos para su atención.

La Secretaría de Comunicaciones y Obras Pública del Estado (Secope) recurrió a un esquema de participación de financiamiento del 50 por ciento para las remodelaciones, en donde Federación y Estado se reparten los gastos, además de contratar o utilizar su propio personal para realizar la parte del proyecto que le corresponde.

Hasta el momento la empresa BOM Fonatur, enviada por el Gobierno de la República, ha tenido un avance significativo del 90 por ciento en la remodelación de la Estación del Ferrocarril, por lo que solamente les queda un diez por ciento para cerrar su participación en la primera etapa.

“En lo que le corresponde al Gobierno del Estado está más o menos en un 65, 70 por ciento”, explicó Alfredo Alarcón, quien apuntó que en el caso del Jardín de Analco el avance es mayor, pues se cuenta con un 80 por ciento.

Reconoció que se ha estado presentando retraso en la definición de las obras, pero señaló como principal causa la falta de recursos, ya que se presentó una tardanza significativa en la distribución de los fondos estatales y federales.

“Se está trabajando y apelamos a la comprensión y paciencia de los vecinos por las molestias que les damos, pero, bueno, ahí estamos y estaremos trabajando hasta el último día de la administración”, apuntó Alfredo Alarcón Villarreal.

Villano o incomprendido

Durante varios años arquitectos, ingenieros e historiadores han señalado al general Gabira como el responsable de haber dañado o destruido, insensatamente, muchos de los edificios que se encontraban en Durango en la época de la revolución, aproximadamente en 1917, pero existen conceptos encontrados.

Por su parte, Alberto Ramírez Ramírez, director del INAH, asegura que debido a los destrozos que hizo este personaje, la UNESCO no quiso declarar patrimonio de la humanidad a Durango, por lo que considera como desastrosa su intervención en la fisonomía de capital.

Pero Manuel Lozoya Cigarroa, cronista de la ciudad, asegura que no fue tan malo, pues explicó que varias de las modificaciones que hizo eran necesarias, como la destrucción del edificio del Ayuntamiento, el cual calificó como una construcción hermosa, pero que afectaba las demás obras arquitectónicas del lugar.

“Era necesario para darle visibilidad a nuestra Catedral, que es bellísima, y para darle espacio y visibilidad a la Plaza de Armas, que también es bella, pues había un ‘apeñuscamiento’ de edificios”, aseguró Lozoya Cigarroa.

Éstas son algunas de las obras arquitectónicas que se consideran destruidas por el general Gabira: antiguo edificio de la Presidencia Municipal, el Templo de San Francisco, la Capilla de la Tercera Orden, el Hotel Richeliu, el Convento de San Antonio, entre otros.

Aun así, el INAH ha desarrollado un proyecto integral con el que se plantea la recuperación de la traza original de la mayoría de las edificaciones destruidas, las que se encontraban en donde actualmente está el Multifamiliar, sobre la Francisco I. Madero, entre 5 de Febrero y 20 de Noviembre.

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Rentan locomotora para película

Vecinos de la calle Independencia y Bruno Martínez, casi esquina con Felipe Pescador, expresaron su inconformidad por lo que señalaron fue el desmantelamiento de la locomotora de la estación de ferrocarril, presuntamente a manos de los nuevos dueños de la línea de ferrocarril.

Los vecinos, expresaron su desconcierto sobre el paradero de la máquina, la que consideran afirman es parte de la fisionomía de la localidad y no debió ser retirada.

Ante los señalamientos, Héctor Carriedo Sáenz, director de Turismo, dijo que la máquina no fue incautada por la compañía Durango–Coahuila, quien compró la línea de ferrocarril, ya que ellos no la tienen en su poder, sino que fue trasladada a otra zona del inmueble en donde se hacen reparaciones generales, pues será rentada para una filmación.

Al parecer, el pesado transporte será utilizado en la filmación de la película Bandidas, en donde se contará con las actuaciones de Salma Hayek, Penélope Cruz, entre otros actores destacados del país y el extranjero.

Por su parte, Alfredo Alarcón Villarreal, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado, reforzó la declaración de Carriedo Sáenz, asegurando que la locomotora estaba en reparación en los patios traseros de la estación.

Aseguró que esta máquina es un patrimonio histórico de la ciudad, el cual pertenece a todos los duranguenses y por ello no puede venderse, ni pertenece a la compañía Durango–Coahuila.

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