El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En La Laguna por cada ocho técnicos se requiere un ingeniero y por cuatro ingenieros el mercado laboral solicita a un contador, sin embargo, el sistema educativo funciona a la inversa.
Además de la incapacidad para generar empleo, el mercado de trabajo enfrenta serios desequilibrios en la mano de obra propiciados por la tardía reacción que tienen los sistemas educativos ante las necesidadades empresariales, señala Sergio Martínez Villarreal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) Gómez Palacio.
“Hemos platicado con los directivos de las diferentes universidades para hacer un convenio sobre que es lo que la región requiere, ya que lo que estudian no corresponde a las solicitudes empresariales”.
A decir del líder industrial, las empresas demandan carreras relacionadas con calidad, mantenimiento, ingenierías “y realmente son especialidades con poca demanda por parte de los estudiantes”, sin embargo, todas las administrativas como contadores hay mucha demanda en las universidades.
Dice que dentro del mercado de trabajo hay una desproporción. “En las empresas tardamos casi un año para capacitar a un ayudante general para que realice funciones de técnico. Si las escuelas impulsaran más estas carreras tendríamos menos problemas”
Incluso, señala, en los centros de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (Degeti) han hecho lo contrario y desaparecen carreras fundamentales en las empresas como técnicos en refrigeración, mantenimiento, control de calidad e impulsan a los auxiliares contables, en computación, administrativos que desde luego son requeridos, pero en menor grado.
Esta desproporción, asegura, crea desequilibrios en términos de sueldos. “Los torneros, plomeros, electricista, mecánicos ganan incluso más que un profesionista. Estos oficios tiene ingesos de más de dos mil a dos mil 500, mientras hay administradores que ganan menos de la mitad”.
Otra problemática dentro del mercado, señala, es la numerosa oferta de escuelas de educación superior en la Comarca Lagunera. “Son 18 universidades y realmente el sector empresarial no puede cubrir toda la oferta de profesionistas. Ser técnico considero que es una buena opción y es mucho más fácil que encuentre trabajo”.
Crece de nueva cuenta
Debido a la ligera recuperación de trabajo de la industria textil, en el Servicio Estatal de Empleo (SEE) de Gómez Palacio las vacantes registran un aumento para puestos como operarios, vendedores, trabajadores independientes, “pero en la mayoría de los casos son operarios”, dice Verónica Elizabeth García Peña, coordinadora general de la Unidad Operativa del SEE.
A decir de la entrevistada en diciembre generalmente bajan las solicitudes de empleo, sin embargo, los dos primeros años de 2004 se ha presentado una alza significativa tanto de vacantes como de solicitudes.
El contacto que el SEE tiene con las áreas comercial y de servicios le permite a García Peña tener una visión general sobre las debilidades y fortalezas en el mercado laboral lagunero.
“El trabajo en su mayoría está orientado a la parte técnica y los vendedores, también hay demanda de auxiliares contables, pero en menor medida”.
Sin embargo, lo que sí es una contradicción, afirma, es la demanda de profesionistas que evalúa como limitada ya que el primer requisito es que el ingeniero o contador tenga experiencia, lo cual muchas veces es un problema para los recién egresados”.
Aunado a ello, las propuestas en términos de sueldo no están acordes a lo que el profesionista espera. “Pero una recomendación es que acepten el trabajo ya que es precisamente para eso, para adquirir experiencia”.
La entrevistada reconoce que no hay mucho que hacer: “estamos sujetos a lo que el empresario requiera y eso es lo que busca, gente joven y con experiencia”.
Los problemas de fondo
Para Jorge Andrade Cansino, secretario de Desarrollo Económico del Estado de Durango, urge una adecuación por el lado de la oferta de trabajadores a las nuevas tecnologías. “Esto impone un reto en los sistemas de capacitación de la mano de obra que en el contexto actual responden tardíamente a las necesidades de la economía global”.
Andrade Cansino señala que la educación debe ser muy flexible y con sistemas de entrenamientos acordes a la realidad empresarial “y tan sensibles a los cambios de las tecnologías y las técnicas productivas que hay en el mundo”.
El funcionario precisa, que ese ha sido un problema de siempre, “los cambios educativos son muy rígidos y casi siempre se quedan atrás de las innovaciones tecnológicas”.
No obstante reconoce que esa falta de adecuación se ha agravado en los últimos años, que la industria se encuentra más tecnificada, sin embargo, “los cambios en las instituciones educativas y en las universidades son demasiado lentos y la realidad productiva avanza con una rapidez sin precedentes.
Sin embargo, hoy el problema de coyuntura es otro. Tan solo de noviembre de 2002 al mismo mes de 2003 se perdieron 11 mil 705 empleos en La Laguna tanto de Coahuila como de Durango. Las cifras de diciembre en Torreón son más alarmantes: 13 mil empleos menos. Esto desde luego, forma parte del desequilibrio laboral.
Jorge Andrade señala que la poca capacidad de generar empleos en la industria manufacturera –principalmente– tiene dos vertientes: el desempeño de la economía en general y la rápida reconversión de procesos industriales generada por la incorporación de mayor tecnología.
“La economía internacional no ha tenido favorables resultados en los últimos tres años y la Comarca Lagunera al estar estrechamente ligada a ésta por medio de su actividad exportadora, sufre las consecuencias”, dice Andrade Cansino quien asegura que esto ha sido un factor determinante para el saldo negativo en el empleo.
Por otra parte, dice, la propia competencia que se ha suscitado entre las diferentes regiones económicas del mundo ha provocado una rápida reconversión de procesos industriales, “traducido en ajustes de líneas de producción, más tecnología, más equipos con el objetivo de abatir costos de mano de obra, incluso hablan de reducción de espacios físicos de ocupación en la línea manufacturera con el propósito de reducir rentas e invertir menos en espacios y edificios”.
Es por eso, afirma, que las inversiones y los incrementos en producción no llegan a reflejar aumentos en empleos.
Para el funcionario, este se convierte en el principal desequilibrio en el mercado de trabajo, que ante la incorporación de tecnología, la mano de obra se ve desplazada. La incursión de más competencia es otro punto que ha generado inestabilidades en la capacidad de la manufactura para generar empleo.
“Anteriormente a determinados porcentajes de crecimiento de la economía norteamericana correspondía un crecimiento de las exportaciones mexicanas. Pero ahora los Estados Unidos tienen socios alternativos como Europa del Este, Centroamérica, China. Esto hace que el crecimiento de Estado Unidos ya no tenga el mismo arrastre que tenía sobre la economía mexicana.
Ante este panorama no todo está perdido, asegura Jorge Andrade. Las empresas que sobrevivieron a todos estos cambios, tienen oportunidades. “Las firmas hoy están de nueva cuenta reconquistando mercados, creo que el panorama ya no es tan pesimista, ya que tenemos iniciativas empresariales en puerta”.
Estos nuevos proyectos y la reconversión de algunas empresas, confía, ayudará al repunte de la industria manufacturera y permitirá recuperar empleos.
La propuesta del secretario de Desarrollo Económico de Durango es impulsar en toda la región lagunera el estudio de carreras técnicas relacionadas con electrónica, mecatrónica, electricidad, que forman parte de las necesidades del nuevo sector empresarial. “A lo mejor como una manifestación tardía pero importante es la incorporación de la Universidad Tecnológica, creemos que eso nos da va dar capacidad para responder de una forma más rápida a los cambios en los perfiles profesionales que requiere la industria.