Demanda revolucionario 200 mil viviendas y apoyo económico
AP
GONAIVES, HAITÍ.- Un líder rebelde haitiano advirtió que habrá un nuevo alzamiento popular si el Gobierno interino no reconstruye la ciudad de Gonaives, devastada por las recientes inundaciones.
El líder rebelde Winter Etienne dijo que sus hombres tratarán de ayudar a las fuerzas de pacificación a establecer orden en la ciudad, pero enfatizó que el Gobierno debe comenzar a reconstruir.
Los rebeldes, que iniciaron una lucha armada que provocó el derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide el 29 de febrero, han formulado amenazas sin cumplir en el pasado, como una reciente de tomar la capital Puerto Príncipe para terminar con la violencia que dejó 61 muertos en menos de un mes.
Pero la más reciente amenaza al parecer forma parte de una estrategia a fin de presionar al Gobierno, que se enfrenta a una ola de desórdenes y que se ha debilitado a raíz de la devastación a causa de la tormenta tropical ?Jeanne? el mes pasado. El fenómeno causó la muerte a mil 900 personas, dejando 900 desaparecidos y que posiblemente han muerto, y unos 200 mil desamparados en Gonaives, la tercera ciudad de Haití.
Etienne hizo una larga lista de demandas, que incluye la construcción de hasta 200 mil viviendas, reconstrucción de caminos, rehabilitación de canales, y que se le done a cada estudiante unos 55 dólares para uniformes, zapatos y pagos escolares.
El dirigente afirmó que su grupo le dijo al presidente interino Boniface Alexandre que ?si Boniface no puede responder positivamente, con claridad y precisión a todas las demandas de la comunidad de Gonaives, entonces debe entregar el poder a alguien que pueda hacerlo?.
Si no lo hace, agregó, ?entonces haremos lo mismo que hicimos antes para deshacernos de Aristide?.
El ministro de finanzas Henri Bazin prometió la semana pasada dedicar 820 mil dólares para obras de rehabilitación de Gonaives.
Etienne afirmó que su grupo se ha visto obligado a actuar para salvaguardar la seguridad y ante una lenta respuesta del Gobierno después de las inundaciones que dejó ?Jeanne? a su paso. Las acumulaciones de lodo y escombros continuaban por doquier un mes después.
Indignados pobladores protestaron durante la visita del primer ministro Gerard Latortue a Gonaives hace dos semanas, acusando al Gobierno de no hacer nada.
Llegan 200 infantes de marina
El buque de asalto Castilla fondeó ayer en aguas de Cabo Haitiano con 200 infantes de marina españoles dispuestos a colaborar en la reconstrucción de un país bajo protectorado internacional porque guerrea y no sabe gobernarse desde su independencia de Francia hace dos siglos. Los infantes actuarán en el relativamente tranquilo noreste, lejos de Puerto Príncipe, todavía a tiros. Más de 50 personas murieron en la capital durante los choques de las últimas semanas con bandas que exigen el regreso del ex presidente Bertrand Aristide, derrocado en febrero. Tres guardias civiles participaron en dos patrullas hostigadas a balazos en barrios conflictivos.
La vertebración de la primera República negra de América, con más del 80 por ciento de sus ocho millones de habitantes casi en la miseria, obligará a una prolongada permanencia de las tropas y técnicos internacionales puesto que aquí casi nada funciona: es la nación más corrupta del planeta, según Transparencia Internacional; su administración, caótica; la supervivencia, primitiva, y la cultura de la negociación política, inexistente porque desalmados civiles, caciques militares y sátrapas de ínfulas napoleónicas aplicaron la cultura del ?cuartelazo? y el ?machete? desde la Independencia. ?Y además no veo a los haitianos con voluntad de salir adelante?, lamenta uno de los 37 policías extranjeros, de 12 países, encargados de adiestrar a la policía local.
La salvación de esta sociedad penitente pasa por la cimentación de un embrión de Estado de Derecho que evite la vulneración de los derechos fundamentales y aporte ciertas garantías. ?Aquí hay muchas Ong?s y muy poco Gobierno?, resume un alto funcionario latinoamericano.
Los 800 mil habitantes de Cabo Haitiano, la segunda ciudad del país, se buscan la vida. Miles de mujeres venden carbón vegetal y baratijas en las calles, a veces muy cerca de basureros donde hociquean los cerdos, y miles de hombres jóvenes haraganean en las solanas. Pareciera que nadie tiene un oficio digno de ese nombre. Unos prefieren a Aristide y otros lo detestan, pero la política no obsesiona. La obsesión es comer.
ACCIONES CONJUNTAS
América Latina no puede fracasar en Haití porque representa su primera acción conjunta en favor de un país de la región, afirmó ayer el canciller chileno, Ignacio Walker, asegurando que tanto Chile como Brasil hacen gestiones para que el Gobierno interino de Puerto Príncipe abra un diálogo con las distintas fuerzas políticas haitianas.
?Sin acuerdo político no hay solución posible? en Haití, dijo Walker en un encuentro con corresponsales extranjeros. ?Hay que juntar en algún momento, de alguna manera, y el Gobierno haitiano tendrá que ver, a los ciudadanos pro Aristide o anti-Aristide?, agregó Walker en la sede diplomática chilena.
Walker, quien culminó una visita de dos días a Brasilia, explicó que tanto el embajador chileno Juan Gabriel Valdés, representante del secretario general de la ONU en Haití, como el Gobierno de Brasil -que ha enviado en los últimos días a por lo menos dos altos delegados al país caribeño- intentan gestiones políticas para que el Gobierno interino abra un diálogo.
Hay que ?abogar para que el Gobierno de Haití siente a la mesa a las distintas fuerzas políticas y procure algún tipo de acuerdo político interno, sin el cual es muy difícil de ver o prever una solución política de mediano y largo plazo? en el empobrecido país caribeño, aseguró el canciller.
Walker no detalló esas gestiones chileno y brasileñas ante las autoridades de Puerto Príncipe, ni para cuándo podría anticiparse el inicio de las conversaciones, pero aseguró que a la par del trabajo político, los países latinoamericanos involucrados en Haití buscar mostrar ?resultados pronto? en las condiciones de vida de la población.
