PIEDRAS NEGRAS, Coah.- La falta de organización de las autoridades quedó ayer en evidencia en Piedras Negras al comenzar el recuento de daños, tareas de limpieza y prevención de epidemias.
Hasta ayer sumaban 35 personas fallecidas por la tromba del lunes y el número oficial de desaparecidos había descendido a 19. También ayer, la Secretaría de Gobernación emitió la Declaratoria de Emergencia para los municipios de Zaragoza y Sabinas en el estado de Coahuila.
En medio de una total desorganización, un contingente de más de 40 personas, entre ellos el gobernador Enrique Martínez y Martínez y el alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres, repartieron despensas y ayuda en el sector Villa de Fuente.
En un operativo que por momentos semejaba más bien un acto de campaña política, Martínez y Bres —acompañados por asistentes personales, de prensa y coordinadores de área—, comenzaron a entregar casa por casa paquetes de despensa, cobertores y agua, sólo que para entregar dicha ayuda requerían más de 40 personas totalmente descoordinadas lo que provocó el enfado del Ejecutivo estatal y el reclamo al Alcalde y sus ayudantes.
“Necesitamos organizarnos”, decía desesperado el Gobernador, mientras veía que el convoy de camionetas cargadas de ayuda más estorbaban que lo que se avanzaba.
La situación llegó a tal extremo que el Alcalde corrió a los voluntarios de la Constructora Ribereña, luego de que veía que entre más de cinco personas no podían acercarle a tiempo el paquete de ayuda al gobernador Martínez.
Y no todos reciben ayuda: “No tenemos ningún apoyo ni del Gobierno del Estado ni de la SEP”, dijo Blanca Estela Espinosa, jefa del sector de educación especial en la escuela “Santiago B. González”, ubicada en la colonia Ampliación Delicias.
El Ejército Mexicano, a su vez, mantiene en operación el Plan DN-III para garantizar la seguridad en las zonas afectadas y evitar hurtos.
La Comisión Nacional del Agua (CNA), a su vez, reconoció que le faltó dar la dimensión adecuada y sus posibles consecuencias a la creciente del río Escondido por las lluvias en la parte serrana.
Roberto Shuldes Dávila, gerente de la CNA en el estado de Coahuila, indicó que sí se dio aviso a las personas que tienen sus hogares en la parte cercana del río Escondido, pero jamás se pensó que eso pudiera alcanzar una zona más amplia por el gran caudal que traía.