EFE
CISJORDANIA.- El Consejo Revolucionario (CR) de Al Fatah concluía ayer, sus tensas deliberaciones de cuatro días en la capital de Cisjordania, Ramallah, mientras en Gaza un nuevo “asesinato selectivo” del Ejército israelí dejaba tres muertos y a un niño de seis años en muerte clínica.
La reivindicación de los derechos palestinos, la prohibición de los ataques de sus milicianos en territorio de Israel y la promesa de celebrar elecciones para conformar a la joven generación de dirigentes son algunos de los puntos más importantes de la declaración política que el CR tiene previsto dar a conocer en las próximas horas.
Una de las decisiones más importantes de la reunión ha sido la de conminar a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, afiliadas a Al Fatah, a acatar las decisiones de liderazgo político, y abstenerse de lanzar ataques en territorio de Israel pues atentan contra las aspiraciones del pueblo palestino de crear un estado independiente, dijo Shobaki.
La milicia, que se formó tras el alzamiento o “Intifada de la mezquita de Al Aqsa” contra la ocupación israelí, en 2000, no será desbandada pues no se fundó como una organización de Al Fatah, pero tendrá que someterse a su liderazgo, precisó el ministro.
Asimismo, el CR ratifica su apoyo al estancado plan de paz “Mapa de Ruta” del Cuarteto de Madrid, y llama a impulsarlo a todos sus miembros: Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Rusia y la Organización de las Naciones Unidas, según informó a la prensa el ministro de Gobernaciones Locales, Yamil Shobaki, miembro del CR.
Los cuatro días de debates en Al Fatah contaron con la participación del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat y su primer ministro, Ahmed Korei (Abu Alá).
Las elecciones internas para renovar a las autoridades en los organismos políticos del movimiento, el principal del frente nacional palestino, se llevarán a cabo durante la próxima Sexta Asamblea General de Al Fatah, prevista para dentro de un año.
La última sesión se llevó a cabo en esta capital administrativa de los palestinos bajo los efectos de un nuevo ataque con misiles de helicópteros Apache de la Fuerza Aérea israelí, en el que ayer murieron tres supuestos militantes de la Yihad Islámica, según fuentes militares, cuando iban en un coche desde el campo de refugiados de Yebalia al barrio Jeque Raduán en el norte de la ciudad de Gaza.
Un niño de seis años estaba en estado de muerte clínica y otros 18 viandantes resultaron heridos en el ataque, informaron fuentes médicas del hospital Shifa, de la ciudad de Gaza.
El ataque de ayer en Gaza siguió a otros dos de la resistencia palestina en los que perdieron la vida el viernes un soldado israelí, en el norte de ese territorio y fue acribillado a balazos un matrimonio cuando iba en su coche al sur de Hebrón.
La operación de los helicópteros se produjo mientras unos 90 de los 120 miembros del Consejo Revolucionario se hallaban reunidos en la “Mukata” (cuartel general) de Ramallah, 16 kilómetros al norte de Jerusalén.
La supuesta negativa de Arafat y de la “vieja guardia” a unas elecciones con el argumento de que no podrían celebrarse mientras persiste la ocupación israelí, en Cisjordania y la franja de Gaza, cedió finalmente ante las presiones de la “joven generación”.
De momento, no ha trascendido qué medidas concretas se aprobaron, si es que el CR las adoptó, para someter a reformas la infraestructura administrativa, a fin de erradicar la corrupción, y en los diversos organismos de seguridad, que controla Arafat.
Las deliberaciones, que comenzaron el pasado miércoles, se celebraron en medio de una grave crisis dentro de Al Fatah y de una creciente anarquía en los territorios ocupados por Israel, que sigue levantando el muro que está dejando aislados a miles de palestinos en Cisjordania.
El ex primer ministro Mahmud Abas (Abu Mazen), que dimitió en septiembre pasado por divergencias con el presidente Arafat por el control de los 40 mil efectivos del dispositivo de seguridad del Gobierno palestino, se negó a retornar al Consejo Revolucionario, al que renunció, y no quiso reconciliarse con el “histórico” líder.
Entre los opositores a Arafat y a la “vieja guardia” de dirigentes, elegidos en los últimos comicios internos del movimiento, celebrados en 1989, existía aún escepticismo acerca de la convocatoria que les prometió el viernes el presidente de la ANP.