EFE
LONDRES, ING.- La reina Isabel II de Inglaterra ha prohibido a su hija, la princesa Ana, llevar a su agresivos ?bull terrier? a su residencia invernal de Sandringham (sureste inglés), en la que la familia real pasa tradicionalmente la Navidad.
Según publicó el viernes el sensacionalista Daily Express, un ?terrier? de Ana llamado Florence mató hace un año en Sandringhan al perro favorito de su madre y la soberana quiere evitar en estas fiestas otro incidente parecido.
Además, el ataque canino afectó también al mayordomo de la Reina Ruby Brooker, de 59 años, quien acabó con magulladuras en una pierna.
?La reina comparte el amor de la princesa por los perros, pero cree que en estas circunstancias no sería acertado permitir a Florence volver a Sandringham?, afirmaron al diario fuentes cercanas a la realeza.
Según las mismas fuentes, la decisión supone un ?alivio? porque los empleados de Isabel II ?no quieren tener nada que ver con los perros de la princesa?.
Otro ?terrier? de Ana llamado Dotty atacó hace tres años a unos niños en un parque cercano al castillo de Windsor, a las afueras de Londres, por lo que la princesa fue demandada ante un tribunal.
El incidente convirtió a la hija de Isabel II en el primer miembro de la familia real británica que comparece ante una corte de justicia desde 1649, cuando el rey Carlos I fue condenado por traición.
La princesa Ana se declaró culpable del incidente y aceptó una multa de 715 euros (unos 950 dólares), así como el pago de una indemnización de 357 euros (475 dólares).