BELLEEK, Frontera de Irlanda, (Reuters) - Las señales aumentan: los ceniceros han sido vendidos... y mientras Irlanda se prepara para una pionera prohibición de fumar, no todas las personas del pub Jolly Farmers están contentas.
"Realmente va a golpear al negocio. Si seis amigos salen por la tarde, y dos de ellos fuman, no van a venir al Jolly Farmers", aseguró Jackie Doogan, hijo del dueño del pub en el pueblo de Belleek, situado en la frontera con Irlanda del Norte.
"Las personas que fuman, tienden a querer fumar cuando están bebiendo, Micheal Martin (ministro de Sanidad irlandés) no nos ha hecho favores", añadió.
La prohibición, que se hará efectiva el lunes, se aplicará en virtualmente todos los lugares de trabajo y espacios públicos cerrados, pero en un país famoso por sus tabernas, la prohibición de fumar en pubs es la que ha atraído más atención.
Muchos taberneros están nerviosos por la perdida de negocio, y la ubicación del Jolly Farmers, en el límite del hermoso pueblo fronterizo, lo hace particularmente vulnerable a los fumadores descontentos que pueden votar con los pies y no volver por ahí.
Los pubs están en County Donegal, en el noroeste de la República Irlandesa, y como todo el mundo en el país los dueños se enfrentan a una multa si no impiden que los clientes fumen.
Sin embargo, una gran parte del pueblo está al otro lado del Río Erne en County Fermanagh, que es parte de la provincia de Irlanda del Norte, controlada por Gran Bretaña, donde los fumadores son libres de continuar echando bocanadas.
"Muchas de las personas que vienen aquí son fumadores," dijo Doogan a Reuters.
"Hasta ahora, muchos de los clientes habituales simplemente se han reído. No creo que se den cuenta de lo serio que es, pero alguna gente ha dicho que si la implantamos cruzarán el puente", añadió.
Un paseo de unos cientos de metros desde el Jolly Farmers, cruzando el puente, te lleva al Moohans Fiddlestone, uno de los muchos pubs y hoteles a lo largo de la calle principal del pueblo, donde su dueño, John McCann, parece mucho más relajado.
El gobierno sostiene que la medida, que hará de Irlanda el primer país del mundo en introducir una prohibición de fumar a nivel nacional, ayudará a salvar a cerca de 7.000 irlandeses que mueren al año por enfermedades relacionadas con el tabaco.
Una encuesta reciente, realizada por la firma TNS, también ayudó a estimular el argumento del gobierno de que la medida será popular, mostrando que mucha gente afirmó preferir visitar un pub libre de humo que otro donde se permite fumar.
Sin embargo, muchos de los que disfrutan del ambiente actual de los pubs irlandeses, donde una nube de humo es tan común como una espumosa pinta de Guinness, aún no están convencidos.
"Es una desgracia, nunca tuvimos la posibilidad de votar en esto", dijo el músico Naoife Molloy, disfrutando de una pinta al mediodía en el bar Nancy, 20 millas al noroeste de Belleek.
