Existen sólo dos fraccionamientos considerados de nivel socioeconómico alto
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Aunque en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y en el Ayuntamiento de Gómez Palacio, no tienen datos oficiales sobre los índices de pobreza en este municipio, el surgimiento de nuevas colonias de escasos recursos en la periferia de la ciudad indica que muchas familias tienen un nivel de vida muy bajo.
El Siglo de Torreón solicitó información sobre la pobreza a los funcionarios del INEGI, el dato más reciente data de febrero de 2000, cuando el municipio de Gómez Palacio ocupaba el lugar 1712 en todo el país con un indicador del 13.3 por ciento.
El funcionario del INEGI informó que no hay datos más actuales sobre este tema y aseguró que para determinar el grado de pobreza se toman en cuenta unos 170 indicadores entre los que se encuentra el tipo de vivienda, los índices de desempleo, el ingreso de la familia y los servicios con que cuenta.
De esta forma, aunque no hay datos oficiales se puede señalar que en esta ciudad únicamente hay dos colonias (El Campestre y Las Rosas) de nivel alto en todo el municipio y en los últimos años no han surgido fraccionamientos o zonas residenciales de este tipo.
Mientras que en la periferia de la ciudad continúan surgiendo colonias y asentamientos muy humildes que aunque cuentan con algunos servicios básicos, éstos son muy deficientes y continuamente las viviendas se ven afectadas con los fenómenos meteorológicos.
Comparando el nivel de vida que llevan los habitantes de la zona residencial como aquéllos que tienen sus hogares en la periferia, las diferencias son abismales, en El Campestre y en Las Rosas, viven empresarios grandes o medianos, gerentes de importantes empresas o bien dueños de algunas de éstas.
Las fincas tienen terminados de lujo, tienen empleados a su servicio y sus hijos cursan sus estudios en colegios privados en la Comarca y en algunos casos en el extranjero, cuentan con modernos automóviles, acceso a clubes privados, tienen casas de campo, el avión es un medio de transporte muy común para ellos y sus ingresos mínimos son de 50 mil pesos mensuales.
En cambio en los últimos años han surgido algunas colonias donde habitan personas de escasos recursos que no tienen dinero para adquirir o rentar una vivienda, por este motivo se ven forzados a construir un jacal con palos, cartón, hules y todo tipo de materiales que puedan ser utilizados como paredes o techo.
En los últimos años han surgido colonias como la Otilio Montaño, El Mezquital, Luis Donaldo Colosio, Miguel de la Madrid, Ernesto Herrera y Leticia Herrera, estas dos últimas surgieron en la presente administración y su creación fue impulsada por el Ayuntamiento para atender la necesidad de vivienda que tenían muchas familias y que se estaban instalando en sitios inadecuados como aquéllas que estaban en el bordo de protección del lecho seco del río Nazas.
De acuerdo a una investigación de El Siglo de Torreón, el jefe de familia de estos hogares cursó en promedio el nivel primaria y como medio de subsistencia tienen subempleos o empleos eventuales, en estos hogares generalmente vive más de una generación de la familia y sus hijos tienen dificultades para asistir a la escuela, para atender la demanda de educación en estas nuevas colonias, se construyen aulas de cartón y los niños estudian en salones muy humildes.
En este caso el ingreso mensual familiar es de aproximadamente 600 pesos, por lo cual la alimentación es deficiente, muchas personas que viven en estos sectores no cuentan con servicio médico.
Servicios
El director de Obras Públicas, José Guadalupe Díaz Hurtado, asegura que el Ayuntamiento hace un esfuerzo para apoyar a todos estas colonias de escasos recursos que están surgiendo en la periferia de la ciudad.
Díaz Hurtado dice que aunque en las colonias Ernesto y Leticia Herrera viven personas de escasos recursos, estos sectores no se consideran asentamientos irregulares, pues se establecieron en las reservas territoriales del Municipio y continuamente se impulsan acciones para mejorar los servicios que reciben estos colonos.
El funcionario explica que cuando surge una colonia de estas características lo primero que se hace es colocar tomas de agua comunitarias para asegurarles el abasto del vital líquido, enseguida se buscan los medios para que cuenten con electricidad y posteriormente el drenaje, aunque reconoce que todos estos apoyos fluyen a paso lento.
Al cuestionarlo sobre el nivel de vida que tienen estas familias, el director de Obras Públicas asegura que el 95 por ciento cuenta con energía eléctrica y agua potable, servicios que él considera son importantes para estas familias.