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MÉXICO, DF.- No hace mucho, en Estados Unidos y otros mercados europeos se prohibió la descarga ilegal de archivos de música.
Esto ha generado la proliferación de incontables ofertas de sitios de paga rentables. Sin embargo, eso ayudó a generar un nuevo mercado, que podría ser más incontrolable que el de la música: la descarga de videos.
Se trata de películas, videoclips, documentales, escenas de películas, capítulos de series de televisión... hasta anuncios. Muchas veces son grabados de la TV, se digitalizan y se suben a la red.
El mecanismo es igual al que se seguía con la descarga de música: se trata de archivos que se comparten amigablemente entre usuarios web y, aunque demanda una conexión alta, no parece tener limitantes en cuanto a su resolución o su calidad auditiva.
“No existen cifras oficiales respecto a cuántos videos se descargan al día o las pérdidas que generan a sus dueños, pero calculamos que cinco de cada diez usuarios web bajan videos de la red sin pagarlos. Lo que significa que sí es una actividad importante, pues la descarga de música se detectaba en siete de cada diez usuarios”, explica Thomas Zinder, de Web Side Story.
La contrapropuesta
Apenas comenzado el boom de la descarga de videos online, la industria publicitaria ya ha echado a andar un proyecto redituable.
Jupiter Research señala que son cada vez más las empresas que hacen videos promocionales para descargarse vía web sin costo alguno, que únicamente persiguen fines publicitarios.
En ocasiones, se trata de versiones modificadas de sus anuncios para televisión, pero en la mayoría de las veces son pequeños videos realizados especialmente para la audiencia en Internet, lo que los hace más atractivos.
Para este año, se calcula que se han invertido en todo el mundo mil millones de dólares para la creación de estos videoanuncios. Para 2009, según calcula Júpiter, la cifra ascenderá a tres mil 800 millones de dólares, lo que significa que podría incluso rivalizar con la publicidad en los cines y hasta en algunos horarios de televisión.
Como es de suponerse, Estados Unidos es quien más está impulsando esta tendencia, cuyas empresas han invertido este año 77 millones de dólares y que alcanzarán los 657 millones para 2009.
Sin embargo, las ganancias generadas quedarán concretadas en las agencias publicitarias, situación que no ha convencido a las cadenas discográficas para solucionar la piratería de videos musicales en web.
