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México, DF.- Los ríos, barrancas, acantilados, cerros, montañas y poblados es una alternativa turística que representa casi 13 por ciento del total de los ingresos por turismo en el país, pese a que requiere mayor infraestructura para su promoción y desarrollo.
El turismo alternativo, de acuerdo con información de la Secretaría de Turismo (Sectur), es aquella actividad o viaje que tienen como fin la recreación en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales.
Esta actividad surge de la búsqueda de un acercamiento a la naturaleza y de una participación más directa y activa del viajero, pero a la vez más responsable con su entorno.
En ese camino, expuso el titular de la Sectur, Rodolfo Elizondo, la dependencia trabaja para concretar las rutas de los destinos que tienen posibilidad de desarrollar turismo de este tipo y comenzar su promoción.
En entrevista en el marco de una gira de trabajo por Morelos, aseguró que los recursos con los que cuenta la dependencia son muy limitados y por ello se tienen programas de investigación de mercados y de segmentación, para conocer el enfoque de la promoción de los destinos.
“No tenemos posibilidades de recursos, sino de armar paquetes y promoverlos a nivel nacional e internacional, y esto va a ir muy de la mano con el turismo rural, que estamos planteando cómo fortalecerlo”, indicó.
El funcionario federal comentó que el turismo alternativo es un servicio que comienza a ser importante en el país, “pero muchos de estos destinos requieren de más infraestructura”.
Consideró que los gobiernos federal, municipales y estatales, así como la iniciativa privada, deben hacer un esfuerzo común para impulsar el turismo alternativo, porque para la “Secretaría de Turismo sola es más difícil hacerlo”.
A su vez, el director general de Planeación Estratégica y Política Sectorial de la Secretaría de Turismo, Juan Carlos Arau Avila, dijo que este turismo es un segmento subexplotado en el que se pueden aprovechar sobre todo los recursos naturales.
Destacó que acantilados, barrancas, ríos, montañas y bosques antes eran sólo atractivos naturales que ya estaban listos y ahora son una oportunidad de diversificar el turismo, además de que incrementa la estancia de los visitantes.
En España, la captación de divisas por este concepto es similar a los ingresos que tiene nuestro país en un año, de alrededor de nueve mil millones de dólares, añadió Arau Avila.
De acuerdo con el estudio de la Sectur “Ecoturismo en México”, en 2001 el gasto total de las prácticas internacionales de ecoturismo y turismo de aventura -486 millones de pesos- representaron 0.62 por ciento de los ocho mil 295 millones de dólares de los ingresos de visitantes extranjeros en 2000.
Asegura que esta nueva alternativa tiene un impacto económico en las zonas en las que se lleva a cabo como en el caso de Hidalgo, donde se realiza el Campeonato Mundial de Deportes Extremos, o bien en la Rivera Maya, que cuenta con seis parques ecoturísticos.
También menciona a San Luis Potosí, donde la estancia de los visitantes se ha incrementado por sus atractivos para el buceo y el rapel. De ahí que México ocupe el sexto lugar a nivel mundial en ecoturismo, pues es una potencia en recursos naturales que hacen del país un gran atractivo turístico, subraya la dependencia en el estudio.
Para diferenciarlo, el turismo alternativo se divide en tres segmentos: el ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo rural.
El primero se refiere a los viajes que tienen como propósito realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de la naturaleza a través del contacto con la misma y observar la flora, fauna, ecosistemas, geología, fósiles y sideral.
A su vez, el turismo de aventura está enfocado a las actividades recreativas deportivas asociadas a desafíos impuestos por la naturaleza como el vuelo en globo, buceo libre, rapel, paracaidismo, descenso en ríos, kayaquismo, montañismo, cabalgata, escalada y ciclismo en montaña, entre otras.
El turismo rural, considerado el lado humano del turismo alternativo, ofrece al viajero la oportunidad de convivir e interactuar con una comunidad rural, donde participa en talleres artesanales, etnoturismo, agroturismo, aprendizaje de dialectos y fotografía rural.
Un lugar ya tradicional para el turismo alternativo es el estado de Morelos, donde se conjugan los tres segmentos de esta actividad, el ecoturismo, turismo rural y de aventura.
En esta entidad se puede practicar desde el paracaidismo en Cuautla, hasta el lanzamiento en balsa o kayac a través del río Amacuzac, además de escalar montañas en la Peña de Bernal o la Ruta Zapata, y realizar recorridos en bosques y praderas en bicicleta.
Otra de las entidades federativas que cuenta con atractivos naturales que llaman la atención de los visitantes nacionales y extranjeros es Querétaro.
El secretario de Turismo de esa entidad, Manuel González Valle, dijo que con el turismo alternativo se pretende incluir a las poblaciones alejadas de las grandes ciudades en la actividad económica y generarles fuentes de trabajo, recurriendo a las riquezas naturales y arquitectónicas del país.
