El tratado ecológico ya había sido ratificado por 126 países, que emiten el 44.3 por ciento de los gases, nada más faltaba Rusia que aporta el 17.4.
Moscú, (EFE).- El presidente Vladímir Putin promulgó hoy la ratificación por Rusia del Protocolo de Kioto, que da luz verde a la entrada en vigor de este tratado ecológico global para reducir las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero.
La adhesión de Rusia era imprescindible para la entrada en vigor del Protocolo, pues necesitaba el respaldo de países que emitan más del 55 por ciento de los gases que provocan el calentamiento del planeta.
El tratado ecológico ya había sido ratificado por 126 países, que emiten el 44.3 por ciento de los gases que producen el calentamiento del planeta, y ahora con la ratificación de Rusia, que aporta el 17.4 por ciento de esa emisiones, quedó superado el umbral que hace posible que el tratado entre en vigor en todo el mundo.
El Protocolo de Kioto prevé reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero en un 5,2 por ciento respecto a los niveles de 1990 en el período entre 2008 y 2012.
La ratificación rusa estuvo precedida por encendida polémica entre sus partidarios y detractores, siendo el principal abanderado de estos últimos Andréi Ilariónov, asesor de Putin en materias económicas.
Hasta el último día, Ilariónov se opuso a la ratificación del Protocolo, pues en su opinión esa decisión supone hipotecar el desarrollo económico de Rusia.
Según el asesor presidencial, la entrada en vigor del tratado ecológico impedirá a Rusia alcanzar los ritmos de crecimiento necesarios para el despegue de la economía del país.
Sin embargo, la Duma y el Consejo de la Federación, las dos Cámaras del Parlamento ruso, aprobaron casi por unanimidad la ley del ratificación del Protocolo después de que el Ejecutivo pusiera fin a un debate que duró cinco años.
"Rusia confirma a la comunidad internacional que actúa con consecuencia en la solución de tareas políticas globales", dijo la semana pasada el senador Mijaíl Marguélov, presidente del Comité de Exteriores del Consejo de la Federación.
Rosguidromet, la entidad estatal que se encarga de asuntos ambientales, ha concluido que la adhesión al Protocolo de Kioto no perjudica los intereses de Rusia.
Según sus pronósticos, el país cumplirá con los compromisos previstos de limitar las emisiones, pues hasta 2012 puede mantener el mismo nivel de 1990.
Para entonces, de acuerdo con el Protocolo, las emisiones de los países de la Unión Europea (UE) deberán ser del 92 por ciento y las de Estados Unidos del 93 por ciento de las que producían en 1990.
Rusia, que entre 1999 y 2003 aumentó en el 37,6 por ciento su Producto Interior Bruto (PIB) y en el diez por ciento sus emisiones, todavía se mantiene por debajo de los niveles de 1990.
La venta de cuotas de emisión, permitida por Kioto, será por tanto una fuente adicional de ingresos para Rusia.
El Protocolo Kioto, rechazado por Estados Unidos, el principal generador de emisiones de "efecto invernadero" en el mundo, fue adoptado en la ciudad japonesa de Kioto el 11 de diciembre de 1997 y Rusia lo firmó el 11 de marzo de 1999.
Según los científicos, la entrada en vigor del Protocolo de Kioto supondrá sólo el primer paso en la lucha contra el efecto invernadero, ya que las restricciones que contempla no son suficientes para detener el calentamiento de la Tierra.
Expertos de la ONU calculan que en el siglo XXI la temperatura media en el planeta seguirá aumentando a un tasa anual de uno a cuatro grados centígrados, lo que provocará un crecimiento de hasta 60 centímetros del nivel de los mares.