Se cree que las infecciones uterinas ocasionan la mayoría de los nacimientos prematuros y con frecuencia no se detectan a tiempo ya que no ocasionan síntoma alguno.
CHICAGO (AP) .- Los científicos han dado un gran paso en el perfeccionamiento de una prueba más sencilla y segura que podría ayudar a evitar cada año miles de nacimientos prematuros.
Los investigadores afirman haber identificado ciertas proteínas en la sangre que pueden indicar si una mujer embarazada padece una infección uterina capaz de ocasionar un nacimiento prematuro.
Los científicos confían en que el descubrimiento conducirá a la elaboración de un análisis de sangre que permita a los médicos tratar a tiempo con antibióticos a las mujeres infectadas, con el fin de evitar el parto prematuro.
Las infecciones uterinas surgen de una proliferación excesiva de bacterias que habitualmente viven en la vagina, y que con frecuencia no ocasionan síntoma alguno en la madre hasta que se presenta el parto prematuro.
Un análisis llamado amniocentesis, que implica la inserción de una larga aguja a través de la pared abdominal para extraer líquido, puede confirmar la infección durante la etapa previa al parto, pero en ese momento ya es demasiado tarde para utilizar antibióticos a fin de impedir el alumbramiento prematuro.
Los científicos confían en que estudios ulteriores indicarán si un tratamiento previo a base de antibióticos puede ayudar a prevenir ese tipo de partos.
Se cree que las infecciones uterinas ocasionan por lo menos la mitad de los 350 mil nacimientos prematuros que ocurren cada año en el país, alrededor de la trigésima semana de gestación.
Los bebés que nacen a esa altura del embarazo corren el riesgo de contraer problemas de salud graves y en ocasiones mortales, entre ellos la ceguera y las dolencias cerebrales.