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LIMA, PERÚ.- Unos 7,000 cocaleros de Perú llegaron ayer a las afueras de la ciudad de Lima en una marcha de “sacrificio” desde la selva para exigirle al presidente Alejandro Toledo cumpla su promesa de ayudarles a ampliar el mercado legal del producto.
“Estamos en Chosica (andes centrales de Lima). Ya llegando a la misma capital tomaremos las acciones, no violentas, sino pacíficas para que Perú entero se entere que los cocaleros hemos sido burlados una vez más por el presidente Toledo”, dijo la líder de la marcha, Nancy Obregón.
Según Obregón, subsecretaria de la Confederación Nacional de Productores de las Cuencas Cocaleras de Perú, los campesinos piden además el freno de la erradicación de la hoja de coca (materia prima de la cocaína) y la liberación de su líder Nelson Palomino, acusado de colaborar con rebeldes.
Unos 2,500 cocaleros realizaron hace un año una marcha con protestas que terminó con un acuerdo en que Toledo prometió trabajar conjuntamente para el desarrollo de la economía rural y articulando las cadenas productivas en las zonas cocaleras.
Antes de encabezar la marcha a Lima, Obregón admitió que la mitad de la producción de hojas de coca de Perú van al narcotráfico frente al 90 por ciento que registra como ilegales la agencia estatal antidrogas Devida.
Obregón afirmó que ello se produce porque no existe una efectiva presencia del Estado en los valles cocaleros, por eso en su marcha los campesinos exigirán también al gobierno la desactivación de Devida porque “dan falsas expectativas con cultivos alternativos que no producen resultados efectivos”.
Por su parte, según el presidente de Devida, Nils Ericsson, hay que buscar un mecanismo nuevo, “distinto del comercio de esa hoja de coca para que toda ella vaya al mercado legal”.
Los campesinos partieron desde Tocache, en la selva central, y son parte de las 14 cuencas cocaleras de Perú.
En Perú hay 31,150 hectáreas de coca, la menor en 20 años, por la erradicación voluntaria de 11,317 hectáreas realizadas a finales de 2003, pero la mayoría de los 50,000 cocaleros de Perú está contra la erradicación forzosa de sus cultivos.