La marcha de Madrid tuvo como punto de destino la céntrica estación de Atocha, objetivo prioritario de los atentados.
12 de marzo de 2004.
Madrid, (EFE).- Millones de personas celebraron hoy concentraciones en todas las ciudades de España para mostrar su rechazo por los atentados del jueves en Madrid, que han causado la muerte de casi 200 personas e hirieron a más de mil 400.
Las concentraciones silenciosas se iniciaron desde tempranas horas de hoy en hospitales, diversos puntos de la red ferroviaria, centros de trabajo, colegios y universidades y en todo tipo de instituciones públicas y privadas.
Mientras unos once millones y medio de personas se concentraban en las capitales de provincia españolas, según la Policía, saltaba la noticia de que una persona que decía hablar en nombre de ETA había llamado a medios de comunicación vascos negando cualquier responsabilidad de la organización terrorista en las acciones contra cuatro trenes en Madrid.
La capital española fue precisamente la que congregó un mayor número de manifestantes (2,3 millones), mientras en Barcelona lo hacían 1,5 millones y en Valencia 1 millón, a las que se sumaron cientos de miles en Zaragoza, Sevilla y las ciudades vascas y gallegas, como ejemplo de unas protestas secundadas masivamente en toda la geografía española.
La marcha de Madrid, la más multitudinaria contra el terrorismo celebrada en España, tenía como punto de destino la céntrica estación de Atocha, que era el objetivo prioritario de los atentados del jueves, en los que resultaron heridas más de 1.400 personas.
A la cabeza de la manifestación estaba el jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, junto el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina, ex presidentes de gobierno de la democracia y los candidatos a las elecciones generales del próximo domingo en España.
Según fuentes de los principales sindicatos españoles, en los centros de trabajo del país más de once millones de trabajadores interrumpieron su actividad entre las 11 y 11.15 GMT para acudir a estos actos de protesta.
En la emblemática Puerta del Sol, en el corazón de la ciudad y sus calles adyacentes, se registró la mayor protesta, con la presencia de decenas de miles de personas, la mayoría de ellos jóvenes, con banderas de España, con crespones negros y manos blancas, que gritaron "asesinos".
El hallazgo de una furgoneta en Alcalá de Henares, cerca de Madrid, con siete detonadores y una cinta en árabe con versículos del Corán, y la presunta reivindicación por Al Qaida de los atentados en una carta al diario árabe "Al-Quds-al Arabi", que se edita en Londres, llevaron ayer a no descartar ninguna línea de investigación.
Esta tarde el ministro español del Interior, Angel Acebes, indicó que la "prioridad" en la línea de investigación de los atentados sigue siendo la que apunta a la autoría de ETA, aunque añadió que se trabaja también para determinar cualquier otra hipótesis.
En conferencia de prensa, Acebes explicó que el último hallazgo en relación con los atentados ha sido el de una bolsa con un explosivo compuesto de "Goma 2" fabricada en España, reforzada con metralla para multiplicar su efecto, junto con un detonador y un teléfono móvil.
En opinión del responsable de Interior, este tipo de explosivo es similar al que ha utilizado la banda terrorista.
Añadió que se ha analizado el "modus operandi" de los terroristas y, centrándose sobre todo en ETA, los investigadores han determinado que ésta ha intentado cometer acciones similares a la de ayer.
Casi paralelamente, una persona que aseguraba hablar en nombre de ETA negaba en llamadas al diario "Gara" y a la televisión pública del País Vasco (EiTB) cualquier responsabilidad de la organización terrorista en las acciones.
EiTB aseguró que la voz de ese comunicante "era la misma" que la de la persona que el pasado 18 de febrero anunció el cese de la actividad armada de ETA en Cataluña.
Mientras tanto, los forenses ya han identificado alrededor de un centenar y medio de cadáveres de las 199 víctimas de los atentados.
En cuanto a los heridos, unos 290 continúan hospitalizados, de ellos 18 en estado crítico, 40 muy graves y 135 graves.
Los familiares de las víctimas recibirán 50.485 euros por fallecido
El País
El Consorcio de Compensación de Seguros, que se financia con las pólizas de todos los asegurados, pagará 50.485 euros a los familiares de cada fallecido en el atentado en concepto de seguro obligatorio de viaje. Renfe elevó un 40% la cuantía mínima (36.000 euros) cuando contrató este seguro con Mapfre. A los heridos se les pagará desde 3.606 euros por las lesiones más leves hasta 58.899 euros. Además, el Gobierno ha creado un fondo de ayudas con 140 millones.
Todos los que estaban en los trenes afectados tenían el seguro obligatorio de viaje, que incluye una indemización mínima de 36.000 euros en caso de fallecimiento. Renfe, que contrató este seguro con Mapfre, elevó el importe un 40%, por lo que los familiares de los fallecidos recibirán 50.485 euros, según explicó ayer el director del Consorcio de Seguros, Ignacio Machetti. Como la causa de las muertes es una acción terrorista, no pagará Mapfre sino el Consorcio. Este organismo también se hace cargo de los siniestros cuya causa son desastres naturales. Al importe anterior se añadirán otros seguros de vida que puedan tener las víctimas. Por ejemplo, si figura como ocupante habitual de un vehículo con seguro a terceros, tendrá derecho a una nueva indemnización; lo mismo sucederá si es titular de un seguro de vida que algunas entidades financieras firman con sus clientes por domiciliar la nómina, o si lo tiene por ser titular de una hipoteca. El Consorcio de Compensación de Seguros se entrevistará escalonadamente con los afectados, aunque recomienda que “se dirijan a Renfe para canalizar las reclamaciones”.