Reuters
NUEVA YORK, EU.- Cientos de miles de manifestantes pacifistas tomaron las calles de las principales ciudades del mundo ayer, durante el primer aniversario de la guerra en Irak, para exigir la retirada de las tropas extranjeras lideradas por Estados Unidos.
De Sydney a Tokio, de Madrid a Londres, de Nueva York a San Francisco, de Cuba a Chile, los manifestantes condenaron la política de Estados Unidos en Irak y dijeron que no creen que los iraquíes estén mejor ahora, o que el mundo esté más seguro debido a la guerra.
Periodistas calcularon que al menos un millón de personas marcharon por Roma, en la que quizás fue la protesta más grande.
En Londres, dos manifestantes evadieron la estrecha seguridad y escalaron la torre del Big Ben en el Parlamento, mientras miles de personas manifestaban en las calles de la capital británica.
Ambos mostraron una pancarta que decía “El momento de la verdad”, antes de bajar de la torre de 100 metros de altura, seis horas después. Fueron arrestados por sospechas de causar daño criminal.
Cerca de 25 mil manifestantes marcharon por el centro de Londres, muchos con pancartas que decían “Se Busca” y que tenían los rostros del presidente de Estados Unidos, George W. Bush y del primer ministro británico, Tony Blair, su aliado más cercano en la guerra en Irak.
En la mayoría de las ciudades los manifestantes lograron concentraciones de decenas de miles, comparado con cientos de miles que marcharon en ciudades grandes de todo el mundo el 15 de febrero de 2003, tratando de prevenir el conflicto.
En Nueva York, donde el 11 de septiembre de 2001 aviones de pasajeros secuestrados por militantes islámicos derribaron las Torres Gemelas, decenas de miles de manifestantes expresaron su oposición a Bush, quien busca la reelección en noviembre.
“Hey, Hey, Ho, Ho... George Bush tiene que irse”, corearon los manifestantes en un mitin en Manhattan organizado por la coalición de grupos de izquierda: Unidos por la Paz y la Justicia.
Contra el terror
“A lo que todos nos oponemos es a Bush”, dijo Reeves Hamilton, un manifestante de 30 años. “No tiene ningún sentido bombardear a países que no tienen nada qué ver con el 11 de septiembre”.
Dijo que respaldó el envío de tropas a Afganistán para luchar contra militantes de Al Qaeda, responsables de los ataques del 11 de septiembre, pero no apoyó la invasión de Irak, que Bush dijo era para librar al país de sus supuestas armas de destrucción masiva.
En un evento de campaña en la Florida, Bush calificó a la guerra de Irak como una “victoria esencial” en la guerra contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre y rechazó las críticas a su decisión de invadir Irak sin un mayor apoyo internacional.
“Estoy a favor de las acciones en común, como los están también nuestros actuales 34 aliados de la coalición en Irak”, dijo. “Pero Estados Unidos no debe sujetar las decisiones de su seguridad nacional a los jefes de otros países”.
Agregó que la misión en Irak “nos garantizará mayor seguridad a todos”.
Casi un año después de que Saddam Hussein fue derrocado y capturado, no se ha encontrado ningún arsenal de armas de destrucción masiva.
La preocupación sobre la guerra fue más evidente en España, donde miles se manifestaron contra la ocupación iraquí, mientras la policía avanzaba en las investigaciones sobre los atentados contra trenes españoles que dejaron 202 muertos y que podrían haber sido una venganza de extremistas islámicos tras el apoyo de Madrid a la guerra.
El respaldo del presidente del Gobierno español, José María Aznar, a Bush y al primer ministro británico Tony Blair, fue enormemente impopular en España y la mayoría de los españoles aprueba la promesa de los socialistas de retirar las tropas a menos que la Organización de las Naciones Unidas se haga cargo de la situación en Irak.
El presidente electo del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, prometió sacar a las tropas españolas de Irak, tras calificar la guerra como un “desastre” y un “fiasco”.
Las protestas en favor de la paz empezaron en Asia y se trasladaron a Europa y al Continente Americano.
En Alemania, miles de personas se concentraron en 70 ciudades en todo el país y en Sydney unas tres personas pidieron la retirada de las tropas de Irak, portando una efigie del primer ministro australiano John Howard, un partidario de la guerra.
Se estimó que en Japón participaron unas 120 mil personas en protestas en todo el país.
En Cuba, el Gobierno de la isla organizó una concentración masiva en la provincia de Holguín, en la región oriental, para protestar contra la guerra en una manifestación que reunió a unas diez mil personas, según las autoridades.
“El Gobierno de George W. Bush arrastra al planeta a la destrucción al introducirlo en conflictos bélicos que únicamente dejan un margen de horror y desastre”, afirmó el profesor Lázaro Manuel Castro, uno de los oradores en la concentración.
En Chile, unas tres mil personas marcharon por el centro de la capital, algunos coreando que el presidente Ricardo Lagos está “vendido” a Estados Unidos, por haber enviado tropas a Haití y por haber firmado un acuerdo de libre comercio con Washington.
En España, el atentado contra cuatro trenes en plena hora punta, el ataque más sangriento presuntamente ejecutado por un grupo extremista islámico desde el de Bali en 2002, ha sido reivindicado por un grupo vinculado con Al Qaeda como castigo tras el apoyo de Madrid a la guerra en Irak.