Washington, (EFE).- Una prueba sanguínea utilizada hasta ahora para detectar la existencia de cáncer de próstata entre los varones permite también predecir quiénes tienen más probabilidades de morir de la enfermedad, según un estudio hecho público.
El informe elaborado por expertos del Massachusetts General Hospital de Boston, y publicado por la revista "New England Journal of Medicine", examina la prueba empleada para medir la presencia en la sangre de Antígeno Específico de la Próstata (PSA).
Mientras más alta es la concentración de PSA, mayor es la posibilidad de una infección -o de cáncer- en la próstata, un órgano del tamaño de una nuez que interviene en la producción de líquido seminal.
El estudio apunta que más importante que la concentración en sí, a la hora de detectar cáncer, es el ritmo al que crece: si el paciente había experimentado un aumento de dos puntos en sus niveles de PSA en el año antes de someterse a una intervención de próstata, sus posibilidades de morir de cáncer de este órgano al cabo de siete años eran de una a cuatro.
En cambio, si el índice de PSA había crecido muy poco antes de la intervención, las posibilidades de morir de cáncer de próstata resultaron muy reducidas.
Según el médico Anthony D'Amico, quien encabezó la investigación, "el estudio aporta por primera vez indicios contundentes de que las pruebas de PSA a lo largo del tiempo sirven como un aviso fiable del posible riesgo de morir de cáncer de próstata".
D'Amico recomienda que los varones se sometan a esta prueba a partir de los 35 años para determinar cuál es su nivel "natural" de PSA y establecer si aumenta a un ritmo peligroso.
El estudio encabezado por el médico examinó a 1.095 varones a los que se les había medido el PSA a lo largo del año anterior a que se intervinieran la próstata.
Tras la operación, la enfermedad volvió a presentarse en 366 de los examinados, de los que 84 murieron, 27 de ellos de cáncer de próstata.
