Se ha comentado ampliamente sobre la boda de Felipe y Letizia, la cual constituyó una noticia de primera plana por ser una unión tipo ?La Cenicienta?: el príncipe con la plebeya. Sin embargo, considero que aquí ocurrió una situación más importante aún con relación a la aceptación de la figura femenina en la mayoría de las culturas.
Bodas tipo ?La Cenicienta? han ocurrido siempre a través de la historia ?recuerden a Sissy, la emperatriz de los austriacos; a Grace Kelly, Eugenia de Montijo, etc.- pero la aceptación de Letizia en la corona española, corona que se había mantenido fuertemente apegada a sus propios conceptos de ?valores morales?, es un acontecimiento que señala, para bien, como soplan los vientos de la modernidad.
Generalmente se tiene la idea de que la mujer por algún fracaso amoroso, por no haber tenido la oportunidad de haber logrado un matrimonio de acuerdo a las leyes, por haberse arriesgado a vivir una unión libre, por haberse divorciado, por ser madre soltera, etc., ya no es merecedora de la aceptación de la sociedad en la que vive, y si se le acepta la gente lo comenta como si fuera un ?favor?; a diferencia de lo que sucede con los hombres, quienes pueden hacer de su vida un embrollo y en el momento que decidan adaptarse a las normas establecidas lo pueden hacer fácilmente sin sufrir menoscabo de su imagen.
A Letizia, como todo ser humano lo merece, la vida le da una segunda oportunidad. No tan sólo logra un matrimonio real, sino también Real, de monarquía. Se casó con uno de los hombres más codiciados en el mundo ?si no es el que más-: soltero, joven, guapísimo, con presencia y personalidad, culto, con títulos universitarios, títulos nobiliarios y además, príncipe heredero, lo que se llama ?el verdadero príncipe azul de los cuentos?. Y para mayor suerte, al parecer muy enamorado de ella.
Esto, es una llamada de atención y un ejemplo viviente para todas aquellas mujeres que se sienten devaluadas por alguna situación adversa que les ha ocurrido en su caminar por la vida. Recuerden, aunque no existen príncipes herederos al por mayor, siempre habrá una segunda oportunidad.