Leí con agrado la noticia en que se comunicaba al pueblo de México que a partir del tres de abril cada persona que pretenda ingresar a trabajar en el Gobierno Federal deberá esperar una convocatoria abierta y someterse a procesos de evaluación de candidatos o filtros en ferias anuales de reclutamiento, lo que impedirá el ingreso de “falsos servidores públicos” a la estructura gubernamental desde los mandos medios hasta el rango de directores generales.
Asimismo, a partir del primero de octubre próximo, las direcciones de recursos humanos de las dependencias federales deberán presentar sus propuestas de perfiles y evaluaciones para más de setenta mil servidores públicos y así evitar el acceso a personas que sólo busquen el propio beneficio. En cuanto a quienes presten servicios actualmente, éstos se podrán capacitar por medio de una universidad virtual que entrará en operación dentro de dos meses.
Se implementará el Servicio Profesional de Carrera, para que quienes manejen el Gobierno sean personas calificadas, no “partidistas” y “politiqueras” y así el pueblo saldrá beneficiado con esas medidas, porque el hacer del servicio público una profesión podrá dar lugar a un cambio benéfico para todos. Además de que se evitará el ancestral “amiguismo” y “compadrazgo” en donde siempre se ha buscado el “puesto para el hombre” y no “el hombre para el puesto”.
Yo, como pueblo, creo que es una medida muy atinada, porque siempre se ha sufrido la incompetencia y falta de probidad de quienes han estado al mando de las dependencias gubernamentales, que todo han pretendido, menos apoyar a la gente; de ahí que siempre hayan existido “sketchs” y “gags” en el mundo del espectáculo y en la vida diaria sobre lo que padece el mexicano cuando debe realizar todo tipo de trámite administrativo. Recuerdo aquél de Héctor Suárez, en el cual para arreglar un trámite de casa se le pedía hasta radiografías del tórax (con tal de sacarle “mordida”).
Se podría alegar que quienes atienden en ventanillas no son de mandos medios o dirigentes, pero los primeros son un reflejo de sus jefes inmediatos y mediatos y así, hasta los de “mero arriba”. Por eso, ¡bienvenida sea la implementación del Servicio Profesional de Carrera!
