Desde que se supo lo que estaba pasando dentro del ?clan?, han existido comentarios que señalan a los padres como causantes de lo que les sucedió a las menores involucradas en el asunto. Naturalmente que los padres son copartícipes por estupidez, pero considero que aquéllos que hablan en contra de los progenitores de una manera total y tajante, diciendo: ?los padres son los culpables?, no están en lo correcto.
Generalmente, la gran mayoría de quienes los acusan son personas sin hijos?como queriendo señalar que si ellos hubieran sido bendecidos con la paternidad, hubieran procedido de otra manera-, o personas que sólo han tenido hijos varones adolescentes -es muy fácil opinar, como se dice: ?ver los toros desde la barrera? cuando no se ha tenido la tarea de criar hijas mujeres adolescentes-, o personas que tratan de restarle importancia a lo que sufrieron esas jovencitas, como diciendo: ?ellas se lo buscaron?.
Las chicas que se involucraron en esta situación procedían, la mayoría, de familias de escasos recursos económicos y, por lo tanto, de baja escolaridad -unos padres con otras características sería muy difícil que los convencieran tan fácilmente-; además de que, por lo general, eran chicas que presentaban conductas rebeldes con sus padres ?como la cantante principal en este caso-. Precisamente sus bajos recursos económicos les impedían tener contacto posterior con sus hijas porque se las llevaban lejos, incluso hasta fuera del país.
El plan de atraerlas al grupo estaba muy bien organizado: Se presentaba la cantante famosa en algún sitio, promocionando que aquella niña-adolescente que tuviera mayor parecido a ella se le consideraría su ?doble? y sería premiada. Acudían infinidad de niñas y jovencitas adolescentes ?desde los cinco años- con el afán de obtener el premio y ser populares en su entorno familiar y escolar. Ahí escogían a la ?víctima? elegida ?aunque no fuera la premiada-, y la cantante se acercaba a ella diciéndole que tenía mucho talento y que pensaban que debía inscribirse para estudiar gratuitamente en la ?academia? que ellos tenían, con horario de 24 horas ?para que pudieran dedicarse de tiempo completo al canto-, incluso que viajaría por toda la República para participar en sus giras artísticas, o sea, se les ofrecía algo fantástico.
Como su primer contacto era con la adolescente, la misma chica -ya ilusionada- se encargaba de insistir, y rebelarse si así era necesario, para que los padres se lo permitieran. Los padres, ante la manera de exponerles el éxito futuro de la hija, al final se sentían orgullosos y halagados y accedían a que estudiara con el ?clan?; inclusive se llegó a firmar una especie de ?contrato? en donde se comprometían a grabarle un disco al final de los estudios, y todo esto sin costo para ellos. En ningún momento dicho ?contrato? les planteó que iban a ser utilizadas sexualmente, tratadas como esclavas, mal alimentadas y, finalmente, embarazadas. Pero, sobre todo algo muy grave, que serían sacadas fuera del país sin el consentimiento familiar.
Cualquier persona con hijas adolescentes, de cualquier estrato social, conoce lo difícil que es el manejo de las mismas cuando se les mete una idea en la cabeza. No hay poder humano que las haga desistir de sus ideas porque eso es parte de la etapa que están viviendo; en cambio, el depravado y sus colaboradoras eran personas adultas que sabían perfectamente lo que, al parecer, estaban tratando de buscar: un harem personal para él, clandestino y gratuito. Como me ha comentado la gente pensante: ?las colaboradoras fueron declaradas inocentes pero eso no las exonera de la culpa que conllevan por el daño ocasionado a las niñas y jóvenes involucradas en esta situación?.
Por cierto, vi parte de la repetición de una entrevista que le hizo una excelente profesional de la televisión a la actora principal del caso y pensé que la primera será muy buena comunicadora, pero la entrevistada la manejó a su antojo durante el desarrollo del programa. Hasta me atreví a especular que a lo mejor a la comunicadora le dieron ?línea? para manejarlo de esa manera... ¿Será posible?...
