Voltaire y la libre expresión
En meses pasados, con motivo del conato de rompimiento de México Cuba, escribí un artículo señalando que el error de Fidel Castro había sido el continuar aferrado al poder, que si él hubiera permitido que otros gobernaran estuviera considerado como un personaje importantísimo en la historia de América Latina, más de lo que lo está actualmente; y puse como ejemplo a Nelson Mandela, quien no quiso permanecer en el gobierno de Sudáfrica, a pesar de haber estado en prisión durante 27 años por la democracia de ese país, lo que le ha generado tributos en todo el mundo (igual se le rinden a Castro, pero de otra manera).
Al publicarse mi columna recibí varios e-mails, algunos asintiendo, y uno expresándose en una forma grosera y con un léxico que pienso que ni el mismo Castro, aunque fue en su defensa, hubiera aprobado, siendo una pena que siendo tan rico y extenso el idioma castellano, sólo se utilicen groserías para expresar inconformidad.
Tardé en contestar, lo reconozco; pero como no estoy acostumbrada a tal lenguaje, me bloquee; ni modo, cuestión de educación. Sin embargo, siempre he pensado que ?lo prudente es suponer que nadie tiene completamente la razón, ni nadie deja de tenerla por completo? (de autor anónimo), y por ello quiero expresarle al lector, cuyo nombre por razones obvias no recuerdo, lo que dijo un escritor cuya filosofía ha tenido una gran influencia en el pensamiento público, el francés Francisco Marie Arouet, quien utilizó el seudónimo de Voltaire (1694-1778), y que aquí cito: ?No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defenderé hasta la muerte el derecho que tienes a expresarlas?.
