La memoria es una de las funciones finas del sistema nervioso central y nos permite tener grabados acontecimientos del pasado dando continuidad a nuestra vida remota e inmediatamente pasada. Constituye la información que nos permite acumular conocimiento, experiencia y vivencias emocionales.
La fisiología de la memoria es asombrosa y aún falta por conocer mucho de sus mecanismos. Se encuentran involucradas reacciones químicas dentro de las neuronas, puede ser afectada por múltiples factores como las intoxicaciones agudas o crónicas, traumatismos craneales, medicamentos, trastornos de circulación cerebral, muerte natural o provocada por neuronas, etc.
Existen alteraciones de la memoria sin que se pueda explicar por algún trastorno neurológico evidente, pero sí por experiencias psicológicas traumáticas. Es más frecuente en personalidades histéricas, se denomina “amnesia disociativa” y consiste en el olvido de eventos que sucedieron en períodos de tiempo variables de minutos a años.
Generalmente son causados por golpes psicológicos intensos en la infancia o por situaciones de extremo peligro como en la guerra u otra catástrofe importante, durante estos episodios pueden llegarse a presentar crisis de violencia destructiva como son de auto mutilación, suicidio o de ataque a otros.
Es necesario descartar con la investigación médica, estudios de laboratorio y gabinete otras posibles causas del trastorno pues sería grave no percatarse de un origen tratable o tener falsas expectativas respecto a la evolución, generalmente es reversible y no se acompaña de secuelas del funcionamiento cerebral como alteraciones del pensamiento, emociones, inteligencia, confusiones u otras manifestaciones de tipo demencial, proceso neurológico agudo u otra situación médica donde pueda presentarse la pérdida de la memoria.
De acuerdo a las características del problema se ha clasificado en amnesia localizada, selectiva, generalizada, continua y sistematizada.
La amnesia localizada se refiere a un momento en el tiempo que generalmente se encuentra precedida por algún evento emocionalmente traumático, por ejemplo olvidar las consecuencias graves de un accidente, la persona puede olvidar desde horas antes del evento traumático y el momento mismo del trauma.
La selectiva se refiere a que el olvido afecta algunos datos específicos de una situación traumática, por ejemplo un veterano de guerra puede recordar sólo algunos eventos olvidando los que tuvieron un mayor impacto emocional.
Generalizada es el tipo de amnesia psicológica menos frecuente y se caracteriza por un olvido global que llena de miedo y confusión, ya que hasta el nombre, trabajo y familia pueden llegar a ser olvidados.
La amnesia continua se refiere al olvido global posterior a un evento traumático, lo acontecido previamente se recuerda normalmente.
Los olvidos sistematizados se refieren a lagunas respecto a características específicas de eventos, por ejemplo lo referente a una persona específica causante de cargas emocionales intensas.
En los pacientes con amnesia psicógena se presentan frecuentemente estados depresivos intensos, despersonalización (dudas respecto a su identidad), estados de trance (hipnóticos) y períodos de confusión. Es típico que estas personas sean más sugestionables de lo normal por lo que se les puede llevar a la hipnosis con relativa facilidad.
El problema se puede presentar desde la infancia hasta la edad adulta avanzada; en la niñez es necesario descartar otros problemas como la psicosis infantil, problemas encefálicos agudos o depresiones intensas, así como la amnesia relativa por abajo de los cinco años que se considera normal.
En la edad avanzada los problemas demenciales son los que pueden llegar a confundir ya que la pérdida de la memoria es uno de las manifestaciones más frecuentes del deterioro mental por la edad.
La frecuencia estadística no se conoce pero se reportan en aumento, posiblemente porque se piensa más en este diagnóstico o porque la agitación de nuestra época favorece emociones de ansiedad, depresión y frustración que puedan llevar a este tipo de amnesia.
La evolución de la amnesia psicógena es hacia la solución absoluta y sin secuelas, el tratamiento implica principalmente psicoterapia de sugestión (hipnosis), pero los antidepresivos y ansiolíticos bien indicados pueden ser de gran utilidad.
La memoria es una función cerebral que da sentido a nuestro presente pues somos el resultado de una continuidad de eventos, experiencias y aprendizaje, existen mecanismos psicológicos que nos hacen recordar menos los estímulos dolorosos, pero cuando aparece depresión existe un impulso a recordar y vivir emocionalmente los problemas y dolores del pasado.
Existen muchas enseñanzas equivocadas y reflejos condicionados por emociones dolorosas que pueden limitar importantemente el despliegue de nuestras capacidades, por lo que es recomendable disminuir de nuestra mente aquello que percibamos como un estorbo, hacer el esfuerzo por recordar lo que durante la vida nos ha dado seguridad, fuerza y alegría.
La amnesia psicógena forma parte de esta respuesta defensiva respecto a lo que pudiera causarnos dolor o daño, sin embargo el mismo mecanismo defensivo puede llevar a otras complicaciones.