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MÉXICO, DF.- Raphael "El Divo de Linares" logró enamorar durante más de dos horas con su canto a nueve mil de sus más fervientes seguidores, en su presentación del sábado pasado en el Auditorio Nacional.
Raphael tuvo el apoyo de un público compuesto mayormente por mujeres que sobrepasaban los 40 años de edad y aunque se vivió una nostalgia generalizada, el ánimo no decayó en todo el concierto.
Vestido completamente de negro, el cantante español apareció en el escenario en punto de las 20:00 horas, siendo recibido con un sinnúmero de aplausos y gritos de apoyo.
Sin embargo, el ambiente no era el mismo que se vive en los ya comunes conciertos de pop: no había pequeñas adolescentes eufóricas y de pie cantando cada una de las canciones; en cambio, había madres, abuelas y tías que, sentadas en sus butacas, levantaban los brazos y los movían al compás de la música.
"Raphael, te amo", era el comentario más atrevido que se alcanzaba a escuchar en la sala.
El español hizo gala de su voz y de sus dotes histriónicos con los cuales logró arrancar suspiros y varios gritos.
Acompañado por una banda de más 15 integrantes, Raphael interpretó sus grandes éxitos y fue aplaudido en cada canción.
Yo soy Aquél, Mi gran Noche y Yo Sigo Siendo Aquél, fueron algunas de las canciones que el divo interpretó durante la noche y por las cuales fue mayormente celebrado.
Aunque no tuvo un contacto directo con el público, Raphael agradeció a su manera la asistencia al Auditorio Nacional.
Y de esta forma no se hicieron esperar sus clásicos y únicos movimientos corporales: de manos, de cadera y sus miradas y sus reverencias hacia la gente.
