La victoria de Bush es histórica, ya que ha recibido más votos que cualquier otro candidato presidencial de EU.
Washington, (Agencias).- La victoria de George W. Bush en las elecciones de EU supone una "victoria histórica" a nivel personal en una campaña que se había convertido en un plebiscito sobre su persona y le ofrece un claro mandato para los próximos cuatro años.
Con un país totalmente polarizado por su figura en la guerra de Irak, la delicada situación económica y la creciente religiosidad en el Gobierno, Bush impuso su idea de que él ofrece un liderazgo fuerte en la guerra contra el terrorismo y una gestión basada en principios morales.
Además de en el Colegio Electoral, el presidente logró un claro triunfo en el voto popular, con una ventaja de 3.5 millones de sufragios sobre su rival, el demócrata John Kerry.
Ha sido "una victoria histórica", proclamó hoy Bush, que ha recibido más votos que cualquier otro candidato presidencial de EU.
"Estados Unidos ha hablado y recibo con humildad la confianza de mis compatriotas", dijo el mandatario quien felicitó a John Kerry, su adversario demócrata en la "intensa campaña".
"Con esa confianza viene una tarea de servicio hacia todos los estadounidenses. Y daré lo mejor de mí para cumplir esa tarea cada día, como su presidente", añadió.
"Los electores votaron a un nivel récord y otorgaron una victoria histórica", declaró el presidente republicano en su primer discurso tras los comicios, ante simpatizantes y miembros de su equipo de campaña en Washington.
También dijo que su derrotado rival demócrata y los partidarios de este podían estar orgullosos de sus esfuerzos.
Bush también disfrutará de una mayoría republicana en el Congreso aún mayor, lo que le permitirá más facilidad a la hora de sacar adelante sus iniciativas, entre las que hoy citó la reforma de las pensiones y del sistema fiscal.
El país "ha respondido dando un mandato", según resumió el vicepresidente, Dick Cheney.
Claramente alborozado por su triunfo, Bush ofreció poner fin a la profunda división nacional, al reconocer que necesita el apoyo de todo el país para lograr los objetivos de "continuar nuestro progreso económico" y luchar la guerra contra el terrorismo.
El presidente dijo a quienes votaron por su oponente, el senador demócrata John Kerry, que "para hacer este país más fuerte, necesito vuestro apoyo y haré todo lo necesario para lograrlo".
"Un nuevo mandato es una nueva oportunidad para llegar a todo el país", destacó Bush en su discurso de celebración de la victoria en las elecciones del martes.
El presidente mantuvo durante toda la campaña un mensaje único de doble recorrido: él es un líder firme que conoce la tarea y que no duda en tomar decisiones difíciles -como enviar los soldados a una guerra en la que pueden morir- y que Kerry carecía de la firmeza de carácter necesaria para ser presidente.
"Ya me conocéis y sabéis de lo que soy capaz", reiteró Bush hasta la saciedad en la mayoría de sus últimos mítines, en los que ha insistido en que "un presidente no puede vacilar" ante la presión.
Florida, el estado que simbolizó la apretada y discutida victoria de Bush en el año 2000, fue también el símbolo del claro triunfo de este martes, ya que Bush ganó allí por una holgada diferencia de cinco puntos (52 a 47 por ciento), lo que dejó atrás los fantasmas del recuento de hace cuatro años.
La victoria de Bush se ha producido a pesar de la guerra de Irak, en la que han muerto más de mil 100 soldados estadounidenses sin que hayan aparecido las armas de destrucción con que la justificó.
Además, la reconstrucción de Irak ha afrontado numerosos errores y problemas, que han forzado a ampliar la presencia de las tropas estadounidenses en ese país, lo que parece no haber sido tenido en cuenta por los partidarios del presidente.
Bush destacó hoy que su Gobierno seguirá ayudando a las "democracias incipientes de Irak y Afganistán... para que nuestros soldados vuelvan a casa con el honor que se han ganado", sin olvidar en la política doméstica "los valores de familia y fe" religiosa.
La victoria de Bush se produjo contrariamente a la tradición de que si la economía no va bien, el partido en el Gobierno pierde la Casa Blanca, aunque también es cierto que la situación económica no es claramente mala.
Bush es el primer presidente de EU desde los tiempos de la Gran Depresión bajo cuyo mandato se produce una pérdida neta de puestos de trabajo (más de 800 mil).
Además, su victoria se confirmó en el estado de Ohio, en el que se han perdido más de 230 mil empleos desde que Bush llegó a la Casa Blanca, en enero de 2001.
Incluso, durante el mandato de Bush, el Gobierno ha acumulado un déficit presupuestario y una deuda nacional récord.
Pero Bush parece haber convencido con sus insistencia en que las rebajas de impuestos acabarán impulsando la recuperación y de que una victoria de Kerry supondría un aumento de la presión fiscal.
