ATENAS, GRECIA.- Raúl Barreda afirmó ayer que “siempre trabajo para la medalla de oro” y que de ganarla hoy Ana Gabriela Guevara en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 “va a ser mi realización, mi diploma, mi doctorado”.
En 1997, el cubano, que hace dos años recibió la naturalización mexicana, llegó a la vida deportiva de Ana Gabriela Guevara, y juntos han cosechado triunfos, como es el caso de 2003, año en el cual la originaria de Nogales, Sonora, ganó la Liga Dorada y el Campeonato Mundial de París, entre otros triunfos.
Después de que en Sydney 2000, la sonorense quedó en quinto lugar y ahora con la Corona Mundial en su poder, las expectativas están por las nubes porque hoy gane la prueba de los 400 metros planos.
Aunque algunos observadores piensan que con Barreda o sin él, Guevara alcanzaría el mismo rendimiento porque tiene grandes cualidades, el estratega ha sido parte de sus triunfos y derrotas, como es el caso de las dos últimas ante la representante de Bahamas, Tonique Williams.
“Gracias a Dios no hemos tenido dificultades para desarrollar trabajo de estímulo y esfuerzo que nos ha dado buenos resultados”, declaró el entrenador de la atleta sonorense.
Agregó que “esperamos competir con mucho decoro, entusiasmo y honor, de dar por México y el deporte todo en aras de alcanzar el máximo reto.
“Yo siempre planteo que trabajo para la medalla de oro, trato de dar el máximo, ojalá todas las cosas salgan bien en el sentido de la estrategia y de los esfuerzos de Ana que sean positivo y que todo ayude en esa medalla”, añadió.
Raúl Barreda advirtió que también “influye algo que no está entre nosotros, el que otro atleta haga un mejor resultado, ya que todo mundo se prepara y tiene la oportunidad de dar más y si hay otra persona que haga más que nosotros bueno hay que felicitarla”.
Señaló que de suceder esto último, es necesario “ver con mucho matiz crítico, en saber de que se ha hecho el máximo esfuerzo y no se ha alcanzado la medalla, pero estamos en aras de alcanzarla, yo no he renunciado a ella”.
Observó que las condiciones para cumplir ese objetivo se están dando y ayer lo aprovechó para platicar con Ana y entre ambos definieron la estrategia de la prueba, así como analizar sus alcances, el desempeño de las contrarias, el carril donde va correr y las condiciones del medio ambiente.
Comentó que se encuentra sereno, aunque reconoció que “es posible que el entrenador esté muy tranquilo, pero a la mejor ansioso, siempre hay alteraciones y no me doy cuenta, pero siempre hay sensaciones distintas y sí hay ansiedad”.
Por otra parte, expresó que a su llegada a esta ciudad le costó trabajo dormir, pero ahora lo hace muy bien, descansadamente “pues ya me acomodé”.
En cuanto al hecho de que millones de mexicanos esperan una medalla de Ana, respondió: “Pues yo también añoro esa medalla y pienso que sería mi gran realización como entrenador, sería lo máximo, el diploma, el doctorado el haber cumplido una meta que nunca pensé llegar”.
