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México, DF.- El actor estadounidense Raúl Juliá, consagrado como uno de los actores latinos más importantes de la última década, gracias a sus destacadas actuaciones en teatro y en cintas como El Beso de la Mujer Araña y Los Locos Adams, murió hace diez años el 24 de octubre de 1994 en Nueva York.
Raúl Rafael Carlos Juliá y Acelay nació el nueve de marzo de 1940 en San Juan, Puerto Rico. Cursó sus estudios primarios en el Colegio San Ignacio de Loyola y obtuvo su grado de Bachillerato en la Universidad de Puerto Rico.
Los primeros aplausos obtenidos por su participación en Bye, Bye Birdie lo motivaron a abandonar sus estudios de Leyes y trasladarse a Nueva York para ingresar en la escuela Wingham School of Drama. Su debut teatral en los Estados Unidos lo realizó con la interpretación de un importante papel en la versión en inglés de la obra clásica de Calderón de la Barca La Vida es Sueño.
En 1966 conoció al director Joseph Papp y se unió al equipo de trabajo del Festival de Shakespeare de Nueva York. En 1971 obtuvo la nominación para el Premio Tony de Mejor Actor por Two Gentlemen of Verona.
Su destacada actuación en obras como Drácula y Man of La Mancha, le merecieron gran reconocimiento, así como una firme posición en Hollywood y otras tres nominaciones para los Tony.
A lo largo de diez años, Raúl Juliá logró consolidarse como actor profesional en el ámbito estadounidense. Su primera película fue El Inspector Tibbs Contra la Organización (1971), un largometraje que pasó sin pena ni gloria.
Su gran éxito en la pantalla pequeña vino en 1985 cuando protagonizó en la película El Beso de la Mujer Araña, por la que fue nominado al Globo de Oro como mejor actor. A este gran éxito le siguió su admirable participación con el personaje de Gomez Adams en la película Los Locos Adams (1991), donde tuvo como compañeros de reparto a Anjelica Huston y Cristina Ricci.
Su prolífica trayectoria está integrada por cintas como Love of Life (1951), El Precio del Poder (1969), Death Scream (1975), Locos al volante (1976), Los Ojos de Laura Mars (1978), Strong Medicine (1979) y Tempestad (1982).
Así como Overdrawn at the Memory Bank (1985), Mussolini: The Untold Story (1985), A la mañana siguiente (1986), The Alamo: Thirteen Days to Glory (1987), Tango Bar (1988), El principiante (1990), La peste (1992 y El ocaso (1995), entre otras.
Promotor de justicia
Juliá se caracterizó por ser un hombre comprometido no sólo en el terreno profesional, pues su alto sentido de la justicia hacia los pueblos latinoamericanos le llevó a participar como observador en un proceso electoral en El Salvador.
Asimismo, dio su apoyo incondicional a la organización internacional Hunger Project, interesada en aliviar el problema mundial del hambre. Por 17 años Juliá fue el portavoz de esta organización. Además, era parte de la Campañía de Turismo de Puerto Rico. Sufrió un ataque al corazón que le trajo la muerte a los 54 años de edad, el 24 de octubre de 1994. Sus restos fueron trasladados a Puerto Rico. Allí en la sede del Instituto de Cultura Portorriqueña y en el Colegio San Ignacio de Loyola, donde se le rindieron sendos homenajes. Su muerte vino apenas días antes de terminar la filmación de su última película Street Fighter: La Última Batalla. Aunque murió joven, su legado sigue vivo a través de las obras y de las películas que protagonizó.