NUEVA YORK, (Reuters).-El Museo de Arte Moderno de Nueva York, uno de los centros culturales más venerados en el mundo, reabrió sus puertas en Manhattan tras una renovación de 425 millones de dólares que, según su arquitecto, lo ha dejado como una simple taza de té.
Los neoyorquinos le llaman cariñosamente "MoMA" a este museo que cubre casi una manzana en medio de rascacielos en el centro de Manhattan.
MoMA reabrió sus puertas después de haber operado durante más de dos años en un local temporal próximo al barrio de Queens, en Nueva York.
"Básicamente, la arquitectura es como un contenedor dentro del cual hay algo", dijo el arquitecto japonés que diseñó el proyecto de renovación, Yoshio Taniguchi, mientras develaba el lunes el nuevo complejo artístico ante críticos de todas partes del mundo.
"Un museo no está terminado hasta que no hay obras de arte y gente en su interior", expresó. "A veces, la arquitectura es demasiado fuerte, demasiado expresiva. Me gustan esos detalles, pero no son adecuados para un museo".
"Los museos son como tazas de té", añadió. "Por sí mismas no significan mucho, pero cuando se llenan de té verde, el contraste es notable".
"Lo mismo sucede con un plato. Si uno tiene un plato muy simple no llama la atención, pero cuando empiezan a poner comidas japonesas en él, todo cambia", según el arquitecto.
Esta obra de Taniguchi ha sido muy elogiada por sus espacios abiertos que traen luz, aire y modernismo a la edificación caracterizada, además, por diagonales abruptas, techos de puntal muy alto, puentes y grandes escalinatas.
"Es un ejemplo casi perfecto de cómo la arquitectura puede imponerse sin competir con el arte que encierra", indicó una crítica del diario The New York Times.
El diseño duplica el espacio, pero mantiene elementos característicos de los museos tradicionales, como el jardín de las esculturas.
MoMA es uno de los centros de arte más famosos de Nueva York.
Cada año atrae a cientos de miles de visitantes que acuden para admirar sus colecciones modernas recopiladas en los últimos 120 años, desde Picasso y Matisse hasta Andy Warhol y Jackson Pollock.
La sección dedicada al diseño constituye un compendio histórico de los momentos más relevantes en este campo, desde clásicos de la industria hasta muebles para el hogar, incluido un exprimidor de naranjas, un equipo de música digital y otros artículos de uso personal.
Aunque el nuevo museo puede haber ganado el favor de la crítica en términos estéticos, hubo muchas disputas por el dinero que ha costado.
En un inicio, MoMA previó que gastaría unos 300 millones de dólares en la renovación y el proyecto de expansión.
Pero en ocho años, dicha suma llegó a 858 millones de dólares, sólo 425 millones dedicados a la renovación y el resto a la adquisición de terrenos adicionales, a la mudanza temporal al local de Queens y a actividades de recaudación de fondos.
Los fondos se obtuvieron principalmente de donaciones privadas en un momento en que la ciudad de Nueva York sufría una recesión económica tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 que destruyeron sus famosas Torres Gemelas.
El día de la reapertura la entrada es gratuita para todos, así como los viernes por la tarde.