El presidente se comprometió a revisar todas las operaciones carcelarias en Irak que estén en manos de fuerzas estadounidenses.
10 de mayo de 2004
WASHINGTON (AP).- El presidente George W. Bush expresó el lunes un enérgico respaldo a su secretario de Defensa Donald Rumsfeld, a pesar de la tormenta política suscitada por revelaciones de que soldados estadounidenses abusaron de prisioneros iraquíes.
Rumsfeld está sometido desde hace días a crecientes peticiones públicas de dimisión o cese, pero Bush insistió hoy en que el jefe del Pentágono ha dirigido "valerosamente al país durante dos guerras" y "está realizando un trabajo soberbio" al frente de las Fuerzas Armadas.
"Usted es un secretario de Defensa fuerte y nuestra nación tiene con usted una deuda de gratitud", añadió.
El presidente vio una "muestra representativa" de fotos que muestran a soldados estadounidenses maltratando a prisioneros iraquíes. Esas fotos aún no han llegado al público.
Las fotos mostraban humillación sexual de prisioneros y "conducta incorrecta de un carácter sexual", dijo un alto funcionario de la defensa.
"El cruel y desgraciado tratamiento de los prisioneros iraquíes no refleja el carácter de Estados Unidos ni el servicio honorable que han dado 200.000 soldados de este país desde que comenzó la operación 'Libertad de Irak'", agregó.
El presidente manifestó que habrá una rendición completa de cuentas por los abusos, que "fueron un insulto al pueblo iraquí y una afrenta a las normas más básicas de moralidad y decencia".
Bush añadió que ha conversado con Rumsfeld y con los mandos militares "acerca de las necesidades de nuestras fuerzas armadas", e instó al Congreso a que apruebe los 25.000 millones de dólares en nuevos fondos que la Casa Blanca ha solicitado para las campañas de Irak y Afganistán para el año fiscal 2005, que comienza en octubre.
Mientras tanto, en el Congreso, los senadores organizaron para el martes una nueva audiencia sobre el asunto de los prisioneros. Entre los testigos estará el mayor general Antonio Taguba, autor del informe que halló "abusos criminales sádicos, flagrantes y perversos" en la prisión cerca de Bagdad.
Varios dirigentes de la oposición demócrata, editoriales de diarios y comentaristas han pedido la renuncia de Rumsfeld, especialmente ante versiones de que hay más fotografías y vídeos en los que aparecen soldados estadounidenses maltratando a prisioneros iraquíes. Respaldan su pedido señalando que, como secretario de defensa, Rumsfeld es el máximo responsable de la conducta del personal militar estadounidense.
Frente a los indicios de caída de confianza de la opinión pública en el mando militar y de su propia credibilidad en el exterior, Bush concurrió al Pentágono para recibir un informe que, según el gobierno, ya estaba previsto.
Pero la sesión tomó un giro diferente a raíz de la divulgación de la tortura y humillación sexual de prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib.