EL PAÍS
MADRID, ESPAÑA.- Los nuevos voluntarios para la Yihad (guerra santa) ya no se gradúan en los campos de entrenamiento de Afganistán. La mayoría ni siquiera tiene vínculos directos con los fundadores de Al Qaeda.
En los últimos meses, los investigadores han detectado un cambio generacional en los responsables de actos terroristas de inspiración islamista, que relativiza los éxitos de Estados Unidos en desmantelar la cúpula de esa organización. Las recientes detenciones en España de radicales islámicos parecen confirmar esa tendencia. Pero mientras se intenta desentrañar la segunda red, una tercera generación entra en escena.
Las últimas detenciones parecen mostrar que, contra la idea de una organización dispersa en células apenas interconectadas, Al Qaeda se está regenerando e incorporando sangre nueva. Todo ello dibuja una imagen mucho más compleja del grupo.
Por un lado, está logrando sustituir a los jefes militares detenidos. Por otro, sirve de inspiración a grupos cuyas luchas eran hasta ahora locales. El informe de la Fundación Jamestown identificaba incluso una ?tercera generación? de jóvenes ?apenas en la veintena y sin vínculos con una campaña concreta (?) cuya experiencia compartida procede de ciertas universidades del mundo árabe e islámico que albergan las cepas más virulentas de las interpretaciones fundamentalistas del Islam?. Se trataría de una ?red intelectual?, mucho más diversa y autónoma que las dos anteriores.
?Estamos asistiendo al nuevo fenómeno en el que tanto antiguos muyahidín como miembros educados de la clase media se sienten atraídos hacia la ideología de panislamismo que constituye la filosofía de Al Qaeda?, explica el periodista paquistaní Tohid Owais.
?No son los mercenarios tradicionales que Al Qaeda ha usado en el pasado; son militantes convencidos que están haciendo más fácil el trabajo de Al Qaeda a pesar de los golpes que ha recibido?, añade tras haber dedicado los tres últimos años a seguir la evolución de estos grupos en su país.
Los analistas señalan que la mayoría de los detenidos en Europa desde el 11-S están en la treintena, y si tienen alguna práctica de combate, la han adquirido en Bosnia o Chechenia, no en Afganistán. Los integrantes del núcleo central de Al Qaeda compartían la experiencia de haber luchado contra los soviéticos en ese país centroasiático durante los ochenta, lo que les imbuyó de una especial consideración entre los fundamentalistas islámicos.
Osama bin Laden formó Al Qaeda (La Base) a partir de la Oficina de Servicios para Muyahidín. Son hombres que hoy tienen entre 45 y 55 años. A pesar de no haber capturado a Bin Laden, el Gobierno de Estados Unidos destaca el duro golpe asestado a la cúpula de Al Qaeda: de sus 29 dirigentes originales, seis están muertos y siete detenidos.
Sin embargo, atentados como los de Madrid o Bali han puesto de relieve que los tentáculos de esa red de terror han seguido actuando, con o sin dirección centralizada. ?La iniciativa táctica ha pasado a nuevos grupos de terroristas fundamentalistas más jóvenes, vinculados de forma menos estricta al mando original de muyahidín?, afirmaba un artículo del Monitor de Terrorismo de la Fundación Jamestown.
?Son hombres jóvenes musulmanes, alienados en su vida personal, y con posturas extremadamente antiestadounidenses?, describe una fuente de un servicio secreto árabe. Otros analistas subrayan que tienen una ?identidad más internacional, mayor independencia y estructuras menos establecidas?. Norteafricanos y asiáticos han sumado a los árabes de Oriente Medio.