NOTIMEX
San Diego, EU.- La Coalición Defensora Estudiantil confirmó ayer que sus activistas permanecerán sin dormir 96 horas consecutivas ante el edificio federal de San Diego en demanda de que los migrantes puedan estudiar en universidades de este país.
El coordinador del grupo, Tony Hernández, dijo en conferencia de prensa que los indocumentados “son estudiantes que esperan la oportunidad de aportar a la sociedad y a la economía estadounidense”.
La coalición afirmó que al menos 65 mil estudiantes que terminan la preparatoria se quedan cada año sin ingresar a la educación superior en este país por su condición migratoria.
La llamada “huelga de sueño”, que inició la noche del martes y concluirá la mañana del domingo próximo, busca reforzar el apoyo a la iniciativa de Ley que permitiría a estudiantes indocumentados seguir con sus estudios, subrayó Hernández.
Además les permitiría a los migrantes “continuar carreras universitarias e integrarse a la vida nacional de Estados Unidos, país que consideran su hogar”, agregó.
La coalición tiene previstas varias actividades en apoyo a la misma iniciativa de Ley federal en ciudades de California, Arizona y Washington a mediados de este mes.
Hernández dijo que a la administración del presidente George W. Bush “le interesaría aprobar, en año electoral y con encuestas de popularidad entre hispanos a la baja, la propuesta de Ley” que autorizaría a los migrantes estudiar en universidades.
La propuesta, presentada por el senador republicano de Utah, Orrin Hatch, permitiría estudiar en la universidad a los indocumentados que han vivido en Estados Unidos los últimos cinco años y que carecen de antecedentes penales.
“Es el tercer año que se presenta esta iniciativa de Ley en el Congreso, pero el primero electoral y el presidente Bush está interesado en conseguir votos hispanos”, insistió Hernández.
La propuesta de Ley se conoce por sus siglas en inglés como “Dream”, o “sueño” en español. Por eso la coalición estará en “huelga de sueño” 96 horas consecutivas.
“Con la consigna de que no dormiremos hasta que los indocumentados puedan soñar”, o alcanzar el sueño de educación profesional, subrayó Hernández.
De aprobarse la propuesta, los migrantes universitarios serían inscritos al programa del Departamento de Seguridad Interna para vigilar a estudiantes extranjeros, pero gozarían de colegiaturas iguales a las que pagan los residentes legales y los estadounidenses.
La última modificación a la propuesta de Ley establece que los indocumentados se comprometerían a terminar sus estudios universitarios y que podrían obtener préstamos del Gobierno Federal para pagar sus carreras.
Hernández confirmó que una de las propuestas para que los indocumentados pagaran los préstamos sería con servicio militar durante dos años.
“Si les pregunta, la mayoría de los estudiantes indocumentados que terminan la preparatoria estarían dispuestos a ingresar a las fuerzas armadas”, aseguró.
“La mayoría de ellos vinieron a Estados Unidos cuando eran niños, hablan muy bien inglés y se adaptaron a la vida estadounidense, sienten que este país es su casa”, agregó Hernández.
