De los resultados de estos exámenes depende el futuro judicial de Pinochet.
30 de septiembre 2004.
Santiago de Chile, (EFE).- El ex dictador chileno Augusto Pinochet está siendo sometido a exámenes médicos que establecerán si se encuentra en condiciones de ser procesado por 19 crímenes de la "Operación Cóndor".
A la diligencia, que se realiza en la casa del ex jefe militar en el acomodado barrio La Dehesa de Santiago, no concurrió el juez Juan Guzmán, que desde 1998 investiga la "Operación Cóndor".
Hasta la casa del general retirado, de 88 años, llegaron médicos, funcionarios de la policía de Investigaciones y la secretaria de la Corte de Apelaciones, Silvia Cancino, quien hará de ministra de fe de esta diligencia.
Antes llegaron al lugar los médicos personales del ex dictador chileno (1973-1990).
Al frente de la casa del militar se instalaron unos 10 manifestantes que con una bandera chilena vocean consignas a favor del ex gobernante de facto.
De los resultados de estos exámenes depende el futuro judicial de Pinochet, que fue interrogado el sábado pasado por el juez Guzmán en el mismo lugar.
Los exámenes están a cargo de tres médicos designados por el tribunal, los querellantes y la defensa del general en retiro, imputado en los crímenes de la coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras del cono sur en los años 70 y parte de los 80.
El equipo, encabezado por el neurólogo de la Universidad Católica Jorge Tapia Illanes, designado por Guzmán, lo integran además el psiquiatra Martín Cordero, de la parte querellante, y el neurólogo Sergio Ferrer, representante de la defensa.
Según la ley chilena, los inculpados mayores de 70 años tienen derecho a que se les practiquen pruebas médicas para determinar su salud mental y, en caso de padecer locura o demencia, son considerados no imputables.
Los peritos deberán determinar si Pinochet efectivamente padece de un estado de demencia y el grado de memoria reciente y remota que registra, lo que será relevante para que Guzmán resuelva si está o no en condiciones de seguir siendo enjuiciado.
Las pericias médicas serán antecedidas de un examen de dopaje para verificar si ha consumido medicamentos que puedan alterar los resultados de los test de imputabilidad penal.
En enero de 2001, en el marco del caso "Caravana de la muerte", Pinochet fue sometido a otro peritaje médico que determinó que padecía una "demencia vascular irrecuperable", diagnóstico que le sirvió para ser sobreseído en julio de 2002.
