Buscan tropas de la Coalición abatir al Ejército shiita de Muqtada Al Sadr.
AP
BAGDAD, IRAK.- Explosiones y disparos de artillería pesada estremecieron ayer Nayaf mientras soldados estadounidenses a bordo de vehículos blindados y de tanques retornaban a las calles, un día después de fracasar las negociaciones para poner fin a los combates en esta ciudad sagrada.
Entre tanto, una andanada de proyectiles cayó en una estación de autobús en el centro de Bagdad. Hubo informes contradictorios sobre el número de muertos. El teniente de la policía Yaser Fawaz, quien se hallaba en el sitio, dijo que diez personas murieron y otras 15 fueron heridas. Pero el vocero del ministerio del Interior coronel Adnan Abdulrahman dijo que en el ataque murió una persona y otras cinco fueron heridas.
Los disparos en Nayaf parecían provenir del vasto cementerio de la ciudad, donde militantes de la secta islámica shiita, la mayoría en Irak, han estado librando incesantes tiroteos con las fuerzas estadounidenses desde el estallido de la violencia en la ciudad el cinco de agosto.
Una explosión, al parecer causada por un proyectil de tanque, se registró cerca de la muralla exterior de un complejo donde se halla el sepulcro del Imán Alí, el más sagrado de la fe shiita, y sede informal de los militantes, dijo Ahmed al Shaibany, asesor del clérigo radical shiita Muqtada al Sadr. “El sepulcro no fue alcanzado”, indicó. El Imán Alí era el yerno del profeta Mahoma. Horas antes, tanques estadounidenses avanzaron hacia el centro de la ciudad, y vehículos militares comenzaron a patrullar las calles.
Negociadores del Gobierno anunciaron el sábado que tres días de negociaciones con los militantes habían sido infructuosas, pero representantes de Al Sadr dijeron que ambos bandos acordaron una tregua temporal antes de que el primer ministro interino Ayad Allawi intervenga personalmente para aplacar a los militantes.
Un ataque en Bagdad ocurrió unas horas después del comienzo de una conferencia nacional que busca sentar las bases para que el país transite hacia la democracia. Aparentemente, los proyectiles iban dirigidos al enclave fortificado donde se realiza la conferencia, pero alcanzaron la estación por error, dijo el funcionario policial Fawaz.
La zona donde se encuentra la estación quedó cubierta de escombros, vidrios rotos y sangre. Más tarde, algunos disparos resonaron en el área.
Unos mil 300 líderes religiosos, políticos y cívicos se congregaron para la reunión, de tres días de duración. En la misma se elegirán a 100 miembros de un consejo nacional que servirá de cuerpo de supervisión del Gobierno interino antes de las elecciones programadas para enero.
“Esta conferencia no es el fin de camino para nosotros, sino el primer paso... para abrir horizontes de diálogo”, dijo Allawi a los delegados.
La conferencia, que está siendo boicoteada por varias facciones, entre ellas la de Al Sadr, tiene como propósito ampliar la base del gobierno interino, que intenta implementar reformas democráticas mientras enfrenta una devastadora insurgencia.
Muchos delegados tenían grandes expectativas previas a la reunión, pero la violencia en Nayaf, y en otras partes de Irak, ha enfurecido a la mayoría shiita y ha ensombrecido las posibilidades de llegar a algún tipo de acuerdo.
