AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- A pocos días de cumplirse el tercer aniversario de los atentados suicidas contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presenta un primer informe sobre las medidas adoptadas contra la red terrorista Al Qaeda y los talibanes en el que reconoce los pobres resultados conseguidos hasta ahora para atajar sus fuentes de financiación y frenar el terrorismo. El impacto de las acciones adoptadas por el Consejo de Seguridad, señala la organización internacional, está siendo “muy limitado”.
La conclusión de este primer informe -elaborado por el Grupo de Supervisión del Comité de Sanciones- es demoledora. Las sanciones no están dando los resultados esperados y las acciones penales van por detrás de la mutación constante de la organización terrorista en su estructura operativa y en su financiación. El documento, distribuido entre los miembros del Consejo de Seguridad, señala que Al Qaeda va por delante de la acción internacional gracias a “una gran flexibilidad y adaptabilidad”. En este sentido, se señala desde la ONU que Al Qaeda está compuesta por una “multitud” de grupos afiliados que actúan de forma independiente, sin esperar a recibir órdenes de los superiores para atentar contra objetivos que ellos mismos eligen, utilizando los menores recursos posibles en sus operaciones.
Tras los complejos atentados del 11-S, la organización está realizando ataques más baratos -nunca superiores a los 50 mil dólares- y utiliza como armas objetos de la vida cotidiana “poco sofisticados”. En el caso de los atentados de Madrid, en los que perdieron la vida 191 personas, se calcula que el costo de la operación fue de unos diez mil dólares.
En los ataques contra dos clubes nocturnos en Bali, Indonesia, en octubre de 2002, donde murieron 202 personas, el costo total fue de menos de 50 mil dólares. Un costo similar tuvieron los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y en Tanzania, en agosto de 1998, donde murieron 231 personas, señaló el informe. Y los ataques de noviembre de 2003 en Estambul, Turquía, en que cuatro comandos suicidas hicieron estallar explosivos en camiones matando a 62 personas, costaron menos de 40 mil dólares.
Sólo los ataques contra Estados Unidos, en que fueron usados cuatro aviones previamente asaltados “requirieron fondos significativos, superiores a los seis dígitos”, dijo el informe. Casi tres mil personas murieron en los ataques, la mayoría, en el colapso de las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial.
Esta transformación en la estructura operativa y en la ejecución de los ataques hacen difícil prever nuevos atentados. Además, añade la ONU, los terroristas son capaces de “explotar” la información para crear una “sensación de crisis” global, en la que “el Islam y occidente están en guerra”. La otra falta del informe se refiere a la lista de organizaciones y de individuos vinculados a Al Qaeda, que afirma “está perdiendo credibilidad”. “Necesita ser actualizada con información fidedigna, detallada y contrastada para que pueda tener alguna utilidad”, advierte la ONU.
Las sanciones se aplican a una lista de 317 individuos y 112 grupos vinculados a los talibanes o a Al Qaeda. La congelación de activos financieros, la probihición de viajes o el embargo de armas empezaron a aplicarse con la red de Osama bin Laden en 1999. Pero eso la ONU insiste en que los mecanismos de sanción deben ser adaptados igualmente a los métodos de financiación de Al Qaeda. A partir de todo esto, la ONU concluye que la red “seguirá atacando contra objetivos en países musulmanes y no musulmanes, eligiéndolos de acuerdo con los recursos que tienen a su disposición y de las oportunidades que se le presenten”.
