EFE
BOGOTÁ, COLOMBIA.- Al menos 34 campesinos colombianos fueron asesinados ayer y otros cinco resultaron heridos en una zona de cocales del departamento de Norte de Santander, nordeste del país, en una matanza atribuida a las FARC, informaron las autoridades.
El coronel Marco Antonio Pedreros, comandante de la Policía en Norte de Santander, señaló que autoridades de La Gabarra, pequeña localidad de la conflictiva región del Catatumbo, informaron de que presuntos guerrilleros de las FARC acribillaron a los labriegos en la hacienda La Duquesa del sitio conocido como El Águila.
La Gabarra, a unos 500 kilómetros al noreste de Bogotá, es un pequeño puerto en una zona conocida por grandes plantaciones de coca.
La fuente policial precisó a los periodistas que “el reporte oficial es lamentable, estamos frente a una masacre de 34 personas, todos de oficio raspachines o sea de recolectores de hoja de coca de entre 18 y 45 años de edad y hay dos menores de edad”.
Pedreros atribuyó la autoría de la matanza al “grupo 33 de las FARC” (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
El coronel Pedreros explicó también que “unos 50 hombres de la guerrilla recogieron a unos 40 raspachines en esa finca y de una manera que uno no entiende, aleve e infame, procedieron a asesinarlos tras amarrarlos de pies y manos”.
Además de los 34 muertos, cinco campesinos más resultaron heridos durante el ataque de los presuntos rebeldes y fueron trasladados a un hospital de Cúcuta, capital de Norte de Santander.
Según las versiones de sobrevivientes, los hombres armados llegaron a la hacienda a las 5:30 de la mañana al sitio donde dormían y después de amarrarlos con las cuerdas de las hamacas, los asesinaron a tiros.
Jesús Bayona, de 45 años, uno de los heridos, dijo en la región: “Nos salvamos porque corrimos hacia la montaña”. Bayona tiente una herida de bala en una pierna y según dijo sus compañeros en un hombro y en el estómago.
En la hacienda La Duquesa, cuyo principal cultivo es el cacao, aparentemente también existe una plantación de coca, dijeron testigos a las autoridades.
Al parecer las víctimas eran “raspachines” (recolectores de coca) que se ven obligados a ese tipo de labor para poder subsistir, la personera Yinith Guerrero, quien se encarga de los derechos de la población local.
Aseguró que las personas asesinadas podrían ser recolectores de coca “pero igual es población civil que no debe ser involucrada en ningún conflicto”.
El jefe paramilitar Salvatore Mancuso dijo a periodistas que la zona donde se cometió el múltiple crimen “es disputada entre las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las FARC”.
Desde La Gabarra las autoridades locales pidieron refuerzos a la policía, así como alimentos y medicinas, pues temen que, como en otras ocasiones, la matanza propicie la llegada de muchos desplazados de las zonas rurales al casco urbano.
Las autoridades temen también un recrudecimiento en la guerra que libran grupos de guerrilleros y paramilitares en esa zona de Norte de Santander.
