Bush vaticina que las primeras elecciones iraquíes dejarán al mundo "sorprendido de cómo una sociedad se ha transformado tan rápidamente".
Washington, (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, declaró hoy que no puede haber retrasos en las elecciones iraquíes, previstas para el próximo 30 de enero.
"Es el momento de que los ciudadanos iraquíes vayan a las urnas", aseguró el presidente desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, tras reunirse con el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo.
Tal y como está previsto desde un principio, Bush insistió en que los comicios deben celebrarse en la fecha fijada, rechazando así las peticiones de varios grupos políticos iraquíes que se han dirigido al Gobierno interino de Irak para pedirle que se pospongan para dentro de, al menos, seis meses.
Estos grupos argumentan que el aplazamiento tiene como objetivo garantizar por completo la seguridad del proceso electoral.
Sin embargo, Bush mantiene su posición, tal y como ha dejado claro hoy con más firmeza que nunca, al afirmar que "las elecciones no deberían aplazarse" porque es hora de que se celebren. Por ello, dijo, "nos mantenemos muy firmes con la fecha del 30 de enero".
El presidente reveló que él personalmente dio el visto bueno al incremento de las tropas estadounidenses presentes en Irak antes de las elecciones, tal y como anunció el pasado miércoles el Pentágono.
Los responsables militares sobre el terreno pidieron más efectivos y "yo he cumplido su solicitud", precisó.
Bush vaticino que las que serán las primeras elecciones en Irak dejarán al mundo "sorprendido de cómo una sociedad se ha transformado tan rápidamente".
El presidente de EU también se refirió a la polémica suscitada en Ucrania, donde unos eventuales nuevos comicios deben ser "transparentes y justos", además de libres de cualquier influencia exterior.
"La posición de nuestro Gobierno es que la voluntad del pueblo debe conocerse y escucharse", precisó.