Washington, (EFE).- Sin comerlo ni beberlo, el perro de los Bush está en el centro de una disputa entre algunos medios en Internet y la Casa Blanca, que ha denegado los derechos de emisión de un video protagonizado por la mascota.
Mientras el principal implicado continúa correteando por ahí como si tal cosa a la vera del presidente George W. Bush, el departamento de comunicación de la Casa Blanca y algunos medios, entre ellos la edición online de "The Washington Post", se han enzarzado en esta peculiar disputa.
El motivo es que la Casa Blanca ha denegado los derechos de emisión del próximo video protagonizado por Barney, el "primer perrito" de Estados Unidos, ya que quiere difundirlo únicamente desde su propia web, WhiteHouse.gov.
El video, que se emitirá justo a tiempo para las vacaciones navideñas, es un imán: el año pasado las gracias del animalito y sus amos atrajeron una audiencia de nada menos que 24 millones de visitantes a la web de la Casa Blanca.
La cinta, a la que la Casa Blanca se refirió como un "súper ventas navideño rico en drama y humor", incluye, además de a la mascota, a Bush y su esposa, Laura; al jefe de personal, Andrew Card, y Karl Rove, mano derecha del presidente.
El argumento es éste: Barney está encargado de decorar la Casa Blanca con motivos navideños, pero en lugar de acometer esta tarea decide salir al jardín y jugar en la nieve, con lo que recibe una pequeña regañina por parte de Bush.
El hilo argumental de la nueva saga es un misterio, pero todo indica que será más complicada, ya que está prevista la llegada de una nueva estrella: Miss Beazley, una perrita que ocupará el lugar de "Spot", un cocker spaniel que murió en febrero.