Profesionistas piden que el próximo próximo presidente del Tribunal Superior de Justicia tenga carrera judicial
Iván Soto Hernández | El Siglo de Durango
El próximo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Durango debe tener carrera judicial y no surgir de un despacho de litigantes porque eso generaría controversias y problemas en el gremio, demandó ayer la abogacía duranguense.
Ruperto Quiñones Ruiz, presidente de la Barra de Abogados de Durango, dejó claro que ése es el clamor generalizado de los miembros de dicha asociación de profesionistas, quienes piden perfiles honorables y respetables tanto para la administración como para la procuración de justicia.
También dijo que los miembros de la asociación civil de abogados exige gente con experiencia para el manejo de los asuntos de procuración y administración de justicia, de manera que quien llegue no pretenda improvisar.
En la asamblea del pasado jueves 9 de septiembre, los socios de la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Durango acordaron solicitar al Ejecutivo y al Legislativo que el sucesor de José Hugo Martínez Ortiz en el Poder Judicial tenga como requisito básico de elegibilidad una trayectoria en el ámbito de la administración de justicia.
Quiñones dijo que ese criterio de selección propuesto por la Barra para los próximos administradores de justicia de la entidad tiene como fundamento evitar descalificaciones hacia la figura del Poder Judicial.
Argumentó que si el próximo titular del Tribunal de Justicia surge de un despacho de abogados podría generar inquietudes de que el relevo en el Tribunal de Justicia favorecerá a su negocio y a sus socios de la firma de abogados en la toma de decisiones judiciales.
Al ser cuestionado por El Siglo de Durango en el marco del VI Informe que rindió ayer Martínez Ortiz como magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Durango, Ruperto Quiñones consideró benéfico que el relevo de Martínez sea una persona con trayectoria continua en el ámbito judicial.
Ello ya que, además, uno de los objetivos de generar carreras judiciales es precisamente preparar a sus futuras autoridades y al personal que va requiriendo, de manera que pueda mantenerse una real autonomía y división de poderes.
El litigante aceptó que en los últimos cuatro o cinco sexenios gubernamentales el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango no ha surgido de la carrera judicial.
Sin embargo, puntualizó que la nueva dinámica social y jurisdiccional reclama que las decisiones en torno a este delicado poder gubernamental estén alejadas del compadrazgo y el nepotismo político.
“Obviamente que para algunas áreas, principalmente de procuración de justicia, las autoridades habrán de buscar gente a fin a sus proyectos y a sus equipos de trabajo; pero eso no se contrapone con nuestra petición de que se elija a las personas más preparadas para la procuración y la administración de justicia”, indicó.
Propondrá terna
En este mismo mes, luego de tomar posesión del cargo a partir del 15 de septiembre, el gobernador entrante Ismael Hernández Deras habrá de elegir a una terna con los nombres de las personas a las que propone como posibles presidentes del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
El siguiente paso es el de la designación por parte del Poder Legislativo del estado, quien tendrá que elegir a uno de los profesionistas que figuren en la terna. Luego, los magistrados serán seleccionados por quien sea designado magistrado presidente, para su posterior ratificación.
Entre diversos grupos de abogados se menciona con insistencia que algunas de las posibles propuestas que hará Hernández Deras serán las de los abogados Alfredo Bracho Barbosa y Hugo Rosales Badillo.
El primero de ellos dirige el despacho Barbosa y Asociados, y además fungió como secretario general de Gobierno en la administración estatal de Maximiliano Silerio Esparza, entre 1992 y 1998. El segundo tuvo a su cargo la defensa jurídica de los procesos internos y constitucionales del PRI en Durango.
