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MÉXICO, DF.- La industria cementera nacional se defendió en torno a las declaraciones de la importadora Comercio para el Desarrollo Mexicano, en el sentido de que el cemento producido en el país es ciento por ciento más caro que en Estados Unidos.
El director general de la Cámara Nacional del Cemento, Osmín Rendón Castilo, aseguró que esa empresa, que pretende introducir a México 26 mil 600 toneladas de cemento ruso sin permiso de importación, pretende “engañar a la opinión pública”.
Ha ocultado información para hacer creer una historia que afecta a la industria cementera mexicana, sin embargo, “cualquier persona con sentido común sabe que las manzanas no se comparan con las peras”, dijo.
Reveló además que de acuerdo con un estudio de la Cámara Nacional del Cemento, el precio promedio del cemento encascado (en saco) en Estados Unidos es de 156.06 dólares por tonelada y en México es de 135.62 dólares.
“Que no nos confundan: los precios en México son menores a los de Estados Unidos, pese a que las condiciones de distribución y comercialización son desfavorables en nuestro país”, aseguró.
Argumentó que para hacer comparables los precios del cemento de Estados Unidos y México es necesario que se consideren las mismas condiciones de mercado, como hábitos de consumo y oferta.
Después de que la importadora argumentó que en México el precio del cemento por tonelada es de 115 dólares, mientras en Estado Unidos es de 50 dólares, Rendón Castillo expuso que también se debe considerar las cualidades del producto.
Se tienen que tomar en cuenta las mismas condiciones de producción y distribución, tales como costos de insumos y materia prima, fletes e infraestructura, así como los costos financieros y tributarios.
De acuerdo con el directivo, el hábito de consumo de cemento en México es diferente al de Estados Unidos, pues mientras en el vecino país el 95 por ciento de las ventas del cemento son a granel, en México el 80 por ciento son en saco.
Esta diferencia tiene grandes repercusiones para la industria cementera mexicana, por el incremento en los costos de producción y equipo especializado, aseguró.
En México se registra también un aumento en los costos de venta debido a la necesidad de contar con una marca que diferencie un saco de otro, y se tiene un aumento en los costos de distribución, ya que es necesario llevar los sacos hasta donde el consumidor los necesite, dijo.
Añadió que en México existe además una “limitada” infraestructura de comunicaciones y la venta al detalle es fragmentada y remota, mientras que los costos de transporte, combustibles, seguros y otros gastos llegan a ser en algunos casos hasta 50 por ciento mayores.
