Allawi se entrevistó con autoridades italianas y con el Papa Juan Pablo II para analizar la situación en Irak y las perspectivas de pacificación.
Ciudad del Vaticano, (EFE).- El primer ministro de Irak, Iyad Allawi, pidió hoy a los Gobiernos ajenos al conflicto que se impliquen en la normalización del país, antes de reunirse en el Vaticano con el Papa, que le animó a restablecer la democracia y respetar las diferentes religiones presentes en el territorio.
"A los países que se han contentado con el papel de espectadores en la cuestión iraquí", dijo Alaui en una conferencia de prensa, "me dirijo para construir un Irak mejor, un país determinado a volver a la comunidad internacional y a hacer volver la comunidad internacional hacia sí".
El jefe de la Administración interina iraquí hizo este llamamiento tras una reunión en Roma con su colega italiano, Silvio Berlusconi, que le reiteró su apoyo y le aseguró que los cerca de tres mil soldados italianos desplegados en Irak seguirán allí mientras así lo desee "el legítimo Gobierno" de Bagdad.
Allawi insistió además en que el objetivo de su Gobierno es "la democracia y el estado de derecho", y subrayó su determinación a alcanzarlos "convencidos de que la estabilidad de Irak llevará estabilidad a la región y al mundo".
Para el primer ministro iraquí, es necesario "cerrar el pasado de guerra" y "mirar al futuro y al establecimiento de relaciones más constructivas con todos los países".
Berlusconi, por su parte, mostró su satisfacción por "todo lo que el presidente Alaui está haciendo para llevar a su país a un destino plenamente democrático: Italia está allí con sus soldados para que este proceso tenga lugar en el plazo más breve posible", recalcó.
Tras el encuentro con Berlusconi, Allawi se trasladó al Vaticano para ser recibido en audiencia por el papa Juan Pablo II, desde el principio uno de los más firmes opositores a la guerra en Irak.
Durante la reunión, que coincidió con la onomástica del Pontífice (San Carlos Borromeo), éste instó al líder iraquí a proseguir los esfuerzos para restablecer la democracia y defender los derechos de todos "en total respeto por las etnias y religiones diferentes" que conviven en esa nación.
En Irak viven cerca de 800 mil cristianos, que representan el tres por ciento de la población, y de ellos el 70 por ciento son católicos de rito caldeo.
El papa Wojtyla también se refirió a los "sufrimientos indecibles" que han padecido los iraquíes en los últimos años y le aseguró que reza por todas las víctimas del terrorismo y de "la violencia sin sentido" que azota al país.
La audiencia, la primera entre Allawi y Juan Pablo II, se celebró a solas durante nueve minutos en su Biblioteca Privada, antes de que entrara en la sala el séquito del mandatario iraquí, del que formaban parte su esposa, Thana Allawi, y los ministros de Desarrollo y de Derechos Humanos.
El líder iraquí, al que el Papa regaló las medallas de su pontificado, se despidió del Pontífice con un expresivo "gracias Santidad, muchísimas gracias".
Allawi, que durante su visita estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad, deseaba mucho el encuentro con el Papa ya que, según declaró antes de su llegada a Italia, el Pontífice "puede ayudar mucho" a Irak y a su pueblo a salir de la crisis actual.
Tras el encuentro con el Pontífice, Allaui se entrevistó con el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y con el ministro de Exteriores de la Santa Sede, Giovanni Lajolo.
El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, dijo que en los encuentros se analizaron la situación en Irak, las perspectivas de pacificación de la región y de reconciliación "que permitan sanar las profundas heridas del pasado".
También analizaron "la necesidad" de asegurar plena libertad religiosa, así como la contribución que la comunidad cristiana puede ofrecer a la reconstrucción moral y material del país.
Alaui, según Navarro, "deploró" los ataques sufridos los pasados meses por algunas iglesias cristianas en Bagdad y Mosul, y aseguró la voluntad del Gobierno de restaurarlas.
Tras su visita a Roma y el Vaticano, está previsto que Alaui viaje a Bruselas para participar mañana, viernes, en una reunión con los veinticinco líderes de la Unión Europea, a los que solicitará respaldo de cara a las elecciones previstas para el próximo enero.